CAPÍTULO 26

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'Dictadura'

Jason.

—¿Rescatar a la reina consorte? —cuestiona Jacques extrañado. Siento la mirada de Johannes de reojo. —¿Rescatarla de qué? ¿De quién?

Busco una respuesta rápida entre el nerviosismo de mi mente.

—Ella llamaba a Anders contándole sobre la infidelidad y diciéndole que tenía problemas conmigo, pero que no tenía a donde ir. Por eso vinieron a por ella.

Bissous asiente pero nuestra conversación se ve interrumpida con la mujer que entra al despacho sin llamar.

—Jason —me habla Monique Career. —, la gente se ha revolucionado con el ataque al castillo y con las declaraciones en la radio de hace unos días, las de ese tal hombre... Harry Manaake, el que luego apareció muerto.

Me levanto dándome la vuelta.

—'Buenos días, su majestad, le traigo información como la buena trabajadora fiel que le soy'. —digo irónicamente. —Algo así no estaría mal antes de venir a traerme más mierda, ¿no te parece?

—No me jodas, Jason. Ya hay la confianza suficiente para saltarme toda esa mierda.

—No te equivoques. —rezongo. —Yo no tengo confianza con mis trabajadores.

—Yo no soy trabajadora, soy la dueña de la GCN. —contesta irguiéndose desde la puerta. —Así que relájate que no tendré tanto poder legislativo como tú pero lo que sí tengo es dinero. —me sonríe. —Rico no mata a rico, ¿sabes? —resoplo intentando volver a mis canales. —Han convocado una manifestación en la Plaza del Sauce a las 08:00. Creo que te conviene ir.

—No estoy para manifestaciones idiotas, ¿sabes? —replico molesto.

—Ah, pues nada. Déjalos hacer golpe de estado tranquilos, no pasa nada. Total, cuando te peguen tu tiro ya no serás rey sino un don nadie. Hasta luego, 'su majestad'

La idea de perder mi poder y que esto se convierta en una república es mi mayor miedo y me pone a temblar las piernas.

—Monique. —la llamo justo antes de que cierre la puerta. —Avisa a la prensa de que en unas horas me apareceré por allá.

Asiente lentamente sin dirigirme la mirada y sale del cuarto cerrando la puerta.

Devuelvo la mirada al francés que apunta en una libreta.

—Entonces han entrado y se han llevado a la reina consorte, ¿no? —farfulla. —¿O acaso vió que ella murió en algún momento?

Los recuerdos avasallan mi mente y planteo las mentiras para decirle.

—No. —miento. —No vi que muriera, pero si como se iba con ellos. Esa mujer es una traicionera; traicionó dos veces a su hermano y ahora lo ha hecho conmigo, ¿pero qué podemos esperar de ella?

Me levanto de la silla con la necesidad de ir a hablar con la dueña de la GCN.

—¿Dónde vas? —cuestiona el anciano a mi lado.

—Voy a hablar con Monique. —informo. —Os quiero en diez minutos en la puerta, vamos a ir a esa manifestación.

Salgo del cuarto y me pongo en busca de la rubia con la que necesito hablar. Esto está saliéndose de control; tengo que ir, dar explicaciones sobre la muerte de Harry Manaake, hablar de la desaparición de Dakota y sobre cómo fue que entraron al Palacio como si fuera su casa.

¡Qué bien! Qué relajado día me espera.

Hallo la mujer hablando en el Salón Real con una trabajadora.

MAR DE CORAZONES ✓ [MAR 2 ©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora