Él me lleva a un lugar especial
que me hace volar. Construye
mis alas una y otra vez sin
importar cuánto las llegue
a cortar. Él es como la brisa
fría en un día frente al sol,
y tomar su mano es extrañamente familiar, como si en otra
vida nuestro tacto hubiera
sido usual. Y cuando lo miro a
los ojos, las estrellas y el sol
parecen brillar más.Me envuelve en sus brazos similares
a la seda, y con un toque suave
me besa en la mejilla, caliente
por su acto inocente; él me dedica poemas y cuando los recita,
toma mi mano y a una tierra
lejana me lleva. Su cabello vuela
libre como las hojas que recoge
el viento, y su piel para mí es
como la miel que activa el
dulce en mis venas.Él es todo para mí, como el aire
que se respira, las piernas con
las que se camina y los ojos
con los que se observa al cruel
mundo, es similar a la canción
que se reproduce en verano y hace
bailar al más sensato. Es mi
paraíso en la tierra, y cada
vez que me toca, le juro que el
tiempo no me hará olvidar
lo que en mí provoca. Con su voz
ronca me suplica que me quede,
y yo le digo que solo un alma
cruel sería capaz de abandonar a un dulce hombre como él.-Alejandra Quintero.
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Susurros de un poeta
PoetryPodría perderme entre letras, pero a la final no le hallaría sentido a ninguna, entonces lo plasmo en el papel; plasmo los susurros de un poeta en páginas que las personas lean, así ellos consiguen orden al caos de mi cabeza. Esto es un poemario, n...