Podría perderme entre letras, pero a la final no le hallaría sentido a ninguna, entonces lo plasmo en el papel; plasmo los susurros de un poeta en páginas que las personas lean, así ellos consiguen orden al caos de mi cabeza.
Esto es un poemario, n...
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Conservo muchos pecados como para poder guardarlos del resto, soy como una peste disfrazada que al final termina por inundar el lugar.
Destilo oscuridad que intento disipar con el brillar de mi mirar, por eso privo a mis amantes de ahondar más allá, porque nadie más que yo es capaz de cargar con los fantasmas que golpean las barreras de mi alma para escapar.
Oculto cosas que ni yo misma quiero averiguar, y tengo miedo de escapar, porque las cicatrices de lo que me dañó se verán, y si yo las odio, los demás también lo harán.
Llevo un vestido blanco manchado de sangre que intento pintar con mis lágrimas, pero pasan las semanas y el color escarlata se centra con más ganas.
Me miro al espejo y recito "No llores más, tienes que aguantar" pero las ganas de herirme se vuelven más.
Entrego el puñal y espero el final, dándome cuenta de que el arma letal siempre serán mis traumas y aquellas palabras que me atan.
Soy un monstruo que pretende no serlo, buscando entre besos un consuelo verdadero que funcione comocura a todos mis miedos; pero hay labios tan traicioneros, que siempre termino volviendo al comienzo, a cuando no tenía deseos, a cuando era el viento, a cuando hablaba con los muertos y sentía en silencio.
