Podría perderme entre letras, pero a la final no le hallaría sentido a ninguna, entonces lo plasmo en el papel; plasmo los susurros de un poeta en páginas que las personas lean, así ellos consiguen orden al caos de mi cabeza.
Esto es un poemario, n...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No quiero fingir que no te necesito cuando eres por lo que respiro, no quiero alejarte cuando me obligas a dejarte, no quiero odiarte cuando mis planes se resumían a amarte, pero poco a poco me vas dejando sin aire y debo escaparme.
Eres como esos crucigramas en los que odio involucrarme, pero también se me conoce como aquella que quiere resolver cualquier misterio aunque no le corresponda y solo la corrompa.
Eres un rompecabezas sin piezas que odio armar, y sin importar estoy aquí sentada intentando descifrar porqué me cortas sin parar cuando solo quiero ayudar.
Averiguo dónde está tu alma y la encuentro robando mi calma, persiguiendo el karma para arrojármelo a la cara.
Eres como una broma cruel de la que ya no me quiero reír más, porque te vas dejándome echa lágrimas sin importar las tragedias que tu dolor me traiga.
Y lo que tenemos ahora es solo el polvo de lo que fue, aunque a veces, en las noches más oscuras, veo cómobrilla con la esperanza de lo que pudo haber sido si yo no hubiera renunciado al misterio que resultaste ser.
