Jerrie Thirlwards//One shots

Fighting

Perrie's POV

Había sido un largo día en el trabajo. Tuve que despedir a un par de personas en la oficina, lo cual conlleva mucho papeleo, así que llegué agotada a casa. Aún así estaba dispuesta a cocinar algo, porque de hambre no moriría.

Usualmente, cuando llego al pequeño departamento donde vivo, mi novia Jade está esperándome lista para hacer la cena juntas. Pero en esa ocasión no se encontraba ahí, por eso la llamé un par de veces antes de ir a la cocina, y al no obtener respuesta supuse que estaba dando una clase extracurricular y había dejado su teléfono en silencio.

Ella es maestra en un instituto y de vez en cuando se ofrece a supervisar clases extracurriculares cuando alguno de sus colegas no puede hacerlo.

Me había puesto ropa cómoda para pasar el resto de mi tarde a gusto. Decidí cocinar una sopa de verduras, pues hace tiempo no comíamos eso.

Jade es vegana y yo pecetariana, por lo que es un poco complicado hacer una comida que ambas podamos disfrutar.

En realidad no es tan díficil, pero se debe disponer de mucho tiempo... y dinero también.

Estaba condimentando la sopa cuando de repente siento unos brazos alrededor de mi cintura. Me tensé por completo pues me había tomado por sorpresa, ni siquiera la había oído entrar al departamento.

- Dios Jade - exclamé, relajándome de a poco - Me asustaste.

Ella no dijo nada durante unos segundos, simplemente se quedó allí, abrazándome como si su vida dependiera de ello. Sonreí con ternura.

- ¿Puedes venir conmigo al sofá? - preguntó en voz baja - Quiero acurrucarme.

- Amor, eso me encantaría - respondí intentando alejarla un poco para poder darme vuelta, sin embargo no me lo permitió. En su lugar me abrazó con más fuerza, lo que me hizo reír - Pero estoy un poco ocupada - dije y continué revolviendo el líquido dentro de esa caserola.

No es por presumir, pero olía delicioso, y debía concentrarme para que quedara perfecto.

- Está bien - murmuró, su voz sonó un poco más ronca.

Sentí como quitó el amarre alrededor de mi cintura y simplemente salió de la cocina. Yo seguí inmersa en mi tarea.

Luego de media hora, la cena estaba lista. Puse dos platos en el mesón, y también dos copas de vidrio que usábamos para beber jugo. Muy sofisticado ¿no es así?

Fui a la sala de estar, dispuesta a lanzarme sobre mi novia para besarla y saludarla como corresponde, pero ella no estaba.

Fruncí el ceño al ver un sobre en la mesa de centro. Me acerqué a leerlo y mi corazón se aceleró cuando vi el logo de la clínica que habíamos visitado hace un par de semanas.

- Carajo - susurré con un nudo en la garganta.

Mis manos estaban temblando un poco, pero eso no me impidió sacar la hoja del sobre y leer su contenido.

A penas vi los resultados fui corriendo a nuestra habitación, esperando encontrar a Jade. Al ver que no estaba ahí, decidí revisar el baño.

- Jade - susurré al verla sentada en la tina, abrazando sus piernas. El agua cubría solo la mitad de su cuerpo, pero a ella parecía no importarle.

Vi su rostro y de inmediato supe que había estado llorando, aunque en ese momento no tenía expresión alguna.

Mi corazón se rompió. Odiaba verla de esa forma y me sentí culpable por no haber estado con ella en un momento así.