Dancing with a stranger

66 6 0
                                    

El alcohol quema fuertemente mi garganta, y aunque normalmente eso me desagrada, esta noche se sintió un alivio. Tomo mi cuarto shot de vodka y estoy lista para ir a la pista de baile.

Es raro, ya que estoy en un club completamente sola, sin amigos y sin el estúpido de mi novio, con el que por cierto, discutí hace un par de horas.

Comienzo a mover mi cuerpo al ritmo de la música,  sin prestar mucha atención a lo que ocurre a mi alrededor. Solo quería olvidar la desagradable cena que había tenido con John, sí, el estúpido de mi novio.

Ni siquiera entiendo por qué sigo saliendo con él, hace meses me di cuenta de lo imbécil e inmaduro que es.

De repente siento una mano en mi cintura. Abró los ojos bruscamente y me doy vuelta para ver de quién se trata.

Es un chico rubio, de piel pálida y ojos oscuros. Me está sonriendo coquetamente y lo único que puedo sentir es asco.

- ¿Qué crees que haces? - le pregunto mirando su mano, que sigue apoyada en mi cintura.

- Hola bonita - me saluda sin quitar esa estúpida sonrisa.

Yo ya tuve suficiente.

Quité su mano con brusquedad, le di un empujón y me fui de ahí.

Estaba un poco mareada, así que me costó trabajo llegar al baño de damas. Cuando llegué, fui rapidamente a mojar mi rostro y beber mucha agua del lavamanos. Era mi truco para no tener resaca al día siguiente.

- Hey ¿te encuentras bien? - una chica morena de pelo castaño había salido de uno de los cubículos y se había acercado a mí.

Una de sus manos se posó en mi espalda y sentí un escalofrío recorrer toda mi espina dorsal.

- Mmh - aclaré mi garganta mientras limpiaba la comisura de mi boca con la manga de mi chaqueta - Si, estoy bien - respondí mientras me volteba a mirarla. Cerré mis ojos con fuerza pues todo estaba dando vueltas.

- ¿Segura? - insistió y esta vez tomó una de mis manos. Se sentía cálido.

- Sí, solo estoy un poco mareada - murmuré. Respiré profundo un par de veces y de inmediato me sentí mejor.

De nuevo tenía ganas de bailar, así que apreté la mano de esa desconocida y la saqué del baño.

- Oye - exclamó riendo - ¿A dónde me llevas?

Volteé a mirarla durante unos segundos y le sonreí traviesa.

- Vamos a bailar - respondí.

Y así fue.

Fuimos a la pista de baile y comenzamos a movernos al ritmo de la animada canción que sonaba en todo el lugar.

Pasamos un par de horas ahí bailando. Cantamos las letras de las canciones, saltamos cuando el resto empezaba a hacerlo y nos reímos un poco.

Lo cierto es que ya no recordaba por qué razón había decidido alcoholizarme sola en un lugar así, solo sabía que esa desconocida era demasiado sexy.

Tal vez pensé eso porque estaba un poco necesitada, pues hace tiempo mi novio no me satisfacía.

Como sea, estaba decidida a liarme con ella.

Cuando empezó a sonar una canción un poco más lenta, la acerqué más a mí. Nuestros rostros quedaron bastante cerca, pero a ella pareció no importarle. De hecho, acercó su cuerpo un poco más al mío.

- Amo esta canción - murmuró con una perezosa sonrisa, cerrando los ojos y dejándose llevar. Había puesto sus brazos alrededor de mi cuello mientras comenzaba a balancearse.

Jerrie Thirlwards//One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora