vii. shinigami.

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Hirako miraba con desesperación como las llamas se dirigían a toda velocidad a su pequeña.

— Ayudala... idiota. — escuchó a Hiyori hablar con dificultad, la miró y sin pensarlo utilizó shunpo para acercarse.

Cada vez veía más y más cerca de su niña aquellas llamas, no alcanzaría a llegar, Luna parecía estar en shock, pues no se movía ni hacía nada, sólo estaba ahí... y justo cuando creyó qué sería el final, divisó a la niña cerrar los ojos, murmurar algo y apuntar al tal Shimura con su katana.

El hombre había sido atrapado en una esfera.

Parecía ser algo referente al tiempo, pues no se movía. La banda que rodeaba la esfera daba la impresión de ser algo que sellaba lo que estuviera dentro. Sin duda alguna aquello había sido bastante impresionante, al igual que aterrador teniendo en cuenta que era apenas una niña descubriendo sus habilidades.

Actúo con velocidad al ver a la pequeña descender, atrapandola antes de que tocara el suelo.

— Lo has hecho muy bien, Moon-hanī.— murmuró acariciando su rostro.

Estaba orgulloso de ella, sabía que tendría un enorme potencial como segadora de almas.

° ° °

En una habitación del escuadrón cuatro se encontraba una pequeña niña descansando, había usado mucha energía espiritual y más aún cuando descubrió un nuevo ataque.

Hirako Shinji había permanecido en aquella habitación sin despegarse ni un segundo desde que la había llevado.

El rubio escuchó que tocaban la puerta para seguido ser abierta. Era el joven Kuchiki... nuevamente.

— ¿Ella aún no ha despertado ni una sola vez?— cuestionó el chico acercándose a la cama donde reposaba la pequeña.

— Kuchiki, viniste apenas hace ocho horas... y no, no lo ha hecho.

— Me gustaría quedarme un poco más. Solo ésta vez. — miró al mayor. Él suspiró y rendido aceptó saliendo de la habitación.

Luna llevaba dos días dormida, había sufrido de múltiples heridas, en su mayoría graves y el desgaste de energía no había sido de ayuda.

— La capitana Unohana dijo que deberías despertar pronto, sin embargo, ya te tardaste. — Kuchiki susurró sosteniendo la mano de Luna. — Aún espero nuestra revancha. — sonrió. — Yuuji, Tadashi, Genkei y La teniente Hiyori ya han sido dados de alta ayer, yo también. Están ansiosos por verte despierta.

Siguió platicando un poco más con ella, aunque no recibiera respuestas, le alegraba poder estar ahí aunque no lo supiera, sin duda él había estado bastante preocupado cuando le dijeron que había sido herida gravemente.

— Espero despiertes pronto... yo... nada, sólo despierta. — habló con suavidad.

Dio un pequeño apretón a su mano y besó con delicadeza el dorso de la misma, suspiró encaminandose a la puerta de aquella habitación, dispuesto a irse.

— Eres todo un caballero, Byakuya... — escuchó su débil vos antes de abrir la puerta. Volteó con rapidez y la miró sentada en la camilla, se veía un poco pálida y algo desarreglada, pero su sonrisa la hacía parecer el ser más lindo que él haya visto.

— ¡Luna!— sonrió alegre y la abrazó. — Iré a avisar que has despertado, espera aquí.

Byakuya salió a toda prisa, se topo con el capitán Hirako y la capitana Unohana en el pasillo, les informó aquello y ambos adultos corrieron a donde la niña.

° ° °

Los días siguieron pasando, sin embargo ella fue citada a una reunión con el capitán comandante, según el teniente Aizen, era sumamente importante.

𝖨𝖥 𝖮𝖭𝖫𝖸 ⸻ kuchiki b.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora