Epílogo

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Flores de cerezo

Epílogo

Kagome se encontraba sentada en las raíces del árbol del tiempo recordando lo que  habían pasado ya 9 años desde la pelea de Naraku. Pelea que había dejado grandes cambios en el futuro de todos, las cosas que Kagome recordaba ya no eran las mismas, no desde que el amor de su vida había fallecido, al inicio le costó salir adelante, las ganas de vivir se le habían escapado, ella no encontraba sentido en la vida si su querido Bankotsu no estaba a su lado...
Pero sin darse cuenta la ayuda llegó de quién menos lo espero. Cuando regreso a su futuro con ella llegó el Lord del Oeste Sesshomaru.

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después de que Kagome salto por el pozo se sorprendió al ver que Sesshomaru fue capaz de atravesar por el ya que ella pensaba que Inuyasha y ella eran los únicos en poder pasar  pero se sorprendió más al no ver desconcierto por parte del Lord al estar en un lugar completamente desconocido para él.  Este avanzo llevando entre sus brazos a Kagome hasta llegar a la entrada de una casa que a los ojos de Sesshomaru era algo pequeña pero le resto importancia por qué la puerta en ese momento se abrió y una señora de mediana edad se encontraba al otro lado de la puerta, por un momento el miedo se instalo en el corazón de la pelinegra al creer que Sesshomaru sería capaz de hacer algo a su familia y moviéndose un poco pidió que la bajara para poder explicarle todo pero el peliplateado se lo impidió y como si la madre de Kagome lo supiese se hizo a un lado dejando que pasaran inclinando su cabeza en señal de respeto.
Por la mente de la mama de Kagome la  sorpresa la instalo al ver a tan majestuoso ser pero sin mostrar temor en sus ojos dirigió la mirada en una sonrojada pelinegra -Hola... hola mama.... yo...
-No te preocupes, pasen...

-Sess.... pero un mirada fría hizo que Kagome guardará silencio
-... Mi lord Sesshomaru... yo... Yo puedo caminar sola....
Pero el peliplata no le hizo caso y caminando se dirigió escaleras arriba guiandose por el aroma que había en la casa hasta llegar al cuarto de la azabache entrando en ella dejandola en la cama.
-Descansa.
Kagome solo fue capaz de asentir y cuando Sesshomaru estaba por salir la mano de ella sujeto su estola soltando la en el acto.
-Yo... Yo .. lo... Lo siento....
Decidió quedarse hasta asegurarse que estuviese dormida.

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Ahora casi a 10 años de ese día ella se había dedicado a entrenar, aún que le costó mucho salir adelante, de no ser por sus amigos, un peliplateado y sus dos hijos ella se sentía completa y no podía desear nada más.... Aún que de vez en cuando la melancolía carcomía su alma y a su mente llegaban los recuerdos de su pelinegro y líder de los Shichinintai Bankotsu y la melamcolia se instalaba en toda ella y cuando eso pasaba su ahora esposo Sesshomaru la ayudaba a salir de ese hoyo.

Ella veía a sus hijos entrenar junto a Sesshomaru, eran tan parecidos y diferentes al mismo tiempo una niña y un niño, la niña era de cabellos plateados y ojos color azul profundo de un carácter explosivo y muy alegre su nombre era Hikari, por otro lado estaba su hijo menor, el era un pelinegro de ojos color miel a diferencia de su hija el era callado y muy tranquilo, aún que eso no quitaba lo bueno en combate cuerpo a cuerpo él se llamaba Naosu.

Siempre era lo mismo ya sea en las mañanas o en las tardes, el punto era no perder la hora del entrenamiento ya sea con armas o cuerpo a cuerpo, a Kagome eso le daba algo de miedo, a su criterio eran muy pequeños para pelear con armas pero creyó en Sesshomaru cuando le dijo que todo estaría bien y que debía confiar más en sus hijos y en él, además ella no se salvaba por qué también le tocaba entrenar con su señor ella era buena tuvo un buen maestro en el pasado, pero las clases con el peliplateado eran más intensas y cansadas al extremo que terminaba desmayando.

Ciando el entrenamiento termino decidieron ir a cenar fuera de casa ya que ese día sería el cumpleaños de los gemelos y querían festejar sus 9 años así que después de estar todos arreglados emprendieron el camino hasta un centro comercial en el que se encontraban unos de los restaurantes favoritos de la familia y que curiosamente le pertenecía a Sessjomaru.
Cuando terminaron de cenar empezaron a  caminar por un parque, atrayendo las miradas de las mujeres hacia Sesshomaru y estas eran demaciado obvias sintiendo celos hacia Kagome, pero las miradas de los hombres hacia Kagome era de igual manera molestando al peliplata que levantando su energía demoníaca lograba asustar a los hombres y mujeres por igual, haciendo que Kagome soltara una ligera sonrisa.

-Siempre es lo mismo contigo....-

-No soporto a todas esas.... personas....
Los niños empezaron a reír y tomándose de la mano empezaron a correr sin tener cuidado de por dónde iban preocupando a Kagome y cuando iba a decir algo sus hijos toparon con un hombre callendo todos al suelo.

-Demonios... Acaso sus padres no les han dicho que no deben de correr ...

-No es nuestra culpa que se atravesará en nuestro camino
Respondió Hikari levantándose ayudando a su hermano.

-Que niña tan maleducada

Cuando Kagome y Sesshomaru llegaron hasta donde estaban sus hijos y cuando Kagome iba a pedir disculpas se sorprendió al ver a Bankotsu frente a sus ojos.

-Ban... Bankotsu???...

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Hola hola!!!!

Espero y se la pasaran bien, y después de mucho tiempo llegue al final de esta historia, espero y les haya gustado tanto como a mí y que en un futuro no lejano tenga la continuación....
Gracias por la espera y los mensajitos y apoyo que recibí y espero escribir para ustedes más adelante....
LOS QUIERO!!!!!

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