Capítulo 15

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–Se puede decir que sí.

Comenzó a faltarme la respiración, y nuevamente esos salvajes hormigueos en mi estómago me atacaron, mi corazón comenzó a palpitar mucho, a tal punto que comencé a sentir un leve dolor, estaba volviéndome loca con apenas unas cinco palabras.

–Supongo que eso es algo como un "no", así que, intentaré hacer algo.

Se levantó del sillón para comenzar a acercarse a mí, me aferré fuertemente a los cojines del sillón, como si fueran a salvarme de lo que notoriamente intentaba hacer Adrián, se detuvo muy cerca de mí, nuestras frentes estaban juntas, nuestras respiraciones se comenzaron a mezclar, colocó sus brazos en el respaldar del sillón, acercó lentamente sus labios, mientras yo cerraba los ojos y sonó su móvil.

–Contesta. –Dije, volviendo a abrir mis ojos. –Debe ser algo importante.

Se sentó a mi lado, desbloqueó el celular, mientras revisaba el panel de notificaciones, era un chat de Twitter.

–No era nada. –Dijo riendo un poco.

–Yo quiero ver. –También comencé a reír.

Me cedió el móvil, comencé a revisar los mensajes, era un chat de Twitter, de unas chicas, en el que habían agregado a Adrián y a Massi. Era muy gracioso ver a las chicas del grupo shippeandose entre sí.

–Bueno, bueno, que locura gigante. Tienen pinta de ser buenas personas –Reímos al unísono, mientras le devolvía el móvil. – ¿Quieres ver unas películas? ¿O Ya tienes que irte?

–Bueno, puedo quedarme un rato más.

–Genial.

 Le pregunté qué tipo de película quería ver, el me respondió que cualquiera estaba bien, escogí Star Wars Episode 3 – Revenge of the Sith, nos sentamos en el sillón grande, no sin antes tomar dos fundas de Ruffles y un tubo de Pringles, comenzamos a ver la película, me había comprado un plasma, por lo que la película se veía muy bien, para el inicio de la película ambos estábamos sentados en cada esquina del sillón, llegó el momento en el que a ambos se nos acabaron las Ruffles, al parecer el tubo de Pringles era nuestra única salvación de no perdernos nada de lo película, decidimos compartir el tubo de Pringles, y dejamos nuestras posiciones de cada esquina del sillón, cambiándolas por el centro del sillón, primero nos encontrábamos en una incómoda posición, pero para el final de la película estábamos abrazados, era un significativo factor común, en el que después de cada película, al parecer, terminábamos abrazados.

–Moló mucho. –Dijo Adrián mientras yo me separaba del abrazo, aunque no quisiera, para ir a botar el tubo de Pringles, y las fundas de Ruffles. Miré de reojo a mi habitación para ver qué hacía Lisa, quién al parecer estaba dormida, porque estaba acostada y con las luces apagadas, cambié el modo del televisor, y en vez de estar para películas, puse en televisión, estaban dando "Hora de Aventura" se estaba haciendo de noche, absurdo y asqueroso sol que no lograba quedarse más tiempo. –Creo que ya debería irme.

–Sí, ya se está haciendo de noche.

Nos levantamos al mismo tiempo del sillón, dirigiéndonos a la puerta de mi piso, que quedaba a unos pasos, estuvimos ahí unos minutos, ninguno de los dos se quería despedir, pero teníamos que hacerlo.

–Adiós.

–Adiós.

Y otra vez volvíamos a la misma situación, yo no abría la puerta, Hiipo no pedía que la abriera, nada, solo nos quedábamos mirando, esperando que uno de los dos proponga quedarse a dormir, o algo parecido.

–Entonces te vas a ir a tu casa.

–Sí, y tú te quedas. Pero, antes quiero saber tu respuesta, a mi especie de declaración, ¿Sí o no? Antes de eso quiero decir que si no quieres tener una relación...

Let me be your heroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora