Capítulo 1

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Viajar entre dimensiones siempre hacía que el tiempo se volviera relativo. Sí bien Sasuke pensó que llevaba escasamente en ese lugar un par de semanas, bien pudo haberse tratado de un par de años. Para él era tan simple como indistinto. No podía negar que había algo reconfortante en su soledad, en aquellas noches donde solo escuchaba el silbar del viento a su alrededor, el crepitar de las llamas de su fogata, disfrutar de su comida en silencio. No obstante, también tenía su lado negativo, ya que eso también le daba más tiempo de enfrentarse a sus propios pensamientos, de enfrascarse en sus recuerdos, aquellos que le hacían permanecer en vela, aquellos que le restregaban en la cara lo infeliz que era.

Observó por última vez las trémulas llamas del fuego y se dejó caer con pesadez en el suelo. Cerró los ojos con fuerza, queriendo desconectarse del mundo.

Sasuke, Sasuke, ¿me escuchas? Despierta hermano.

¿Itachi? —preguntó somnoliento.

La mirada de Itachi era afable.

Sasuke, se feliz.

¿Cómo, Itachi? ¿Cómo se supone que seré feliz? —Mas que una pregunta, sus palabras fueron una súplica desesperada.

Cuando Sasuke logró despertar, tenía la respiración agitada y la frente perlada en sudor frío, junto a él estaba su halcón limpiándose las plumas distraídamente, tenía una nota en su pata. Se incorporó con lentitud y con cuidado desdobló el pedazo de pergamino. Los trazos eran espantosos. Era una suerte que Sasuke los hubiera leído tantas veces, tantas, que había desarrollado la habilidad de traducir semejantes garabatos.

—Es de Naruto —dijo exasperado sin poder ocultar la sonrisa en su rostro. Estando en un lugar tan inhóspito no tenía porque mantener su máscara de indiferencia todo el tiempo.

Naruto siempre insistía en contarle todo lo que pasaba en la aldea, como si Sasuke aún viviera allí, cómo si nunca se hubiese marchado. Que si ya no vendían sus tomates favoritos en el supermercado, que la preocupante alza en el precio del tazón de ramen en Ichiraku. Incluso le platicaba de su hija, de la pericia que demostraba en sus misiones, al final le preguntaba cuándo se verían de nuevo. Las últimas líneas siempre parecían tener un tono apremiante.

Después de que escribiera su réplica (unas escasas dos líneas que indicaban: lugar, hora y fecha para su siguiente reporte), Sasuke estrechó la carta de Naruto contra su pecho, la guardó con mucho cuidado junto con el resto, y por primera vez en mucho tiempo durmió con una sonrisa en el rostro.

Un par de semanas después, Sasuke llegó al punto de reunión y unos minutos más tarde llegó Naruto.

—Te estaba esperando —dijo inexpresivo, aunque su corazón dio un vuelco cuando vio el celeste de sus ojos, cuando sus hebras doradas parecieron refulgir bajo la luz de la luna.

—Teme, es que solo a ti se te ocurre citarme en estos lugares tan remotos —replicó haciendo ademanes con las manos—. Me da gusto verte también —agregó con una deslumbrante sonrisa de dientes blancos.

Hablaron por mucho tiempo largo y tendido, de vez en cuando Naruto rozaba sus yemas con el meñique de Sasuke, otras veces era más osado y entrelazaba sus dedos con los de él, lo hacía con tal naturalidad que lo dejaba abrumado, pero deseoso de más. Sasuke nunca decía nada, temeroso de que Naruto fuera a romper el contacto, de que esa cercanía tan íntima fuera a desbaratarse.

Esa noche, Sasuke descubrió que solo era feliz cuando Naruto estaba junto a él.

—¿Por qué haces esto, usuratonkachi? —inquirió con el corazón galopándole frenético en el pecho.

Naruto se le quedó viendo confundido. Sasuke señaló sus dedos entrelazados.

—Pues porque eres mi mejor amigo —resolvió cómo si tal cosa, con su tonta sonrisa.

La ceja izquierda de Sasuke se contrajo en un severo tic nervioso y aventó la mano de Naruto con brusquedad. Hubiera sido preferible que le hubiera golpeado con un rasengan, que lo hubiera apuñalado con su propia catana, cualquier cosa menos esa tonta respuesta.

—Teme, ¿qué ocurre? ¿Acaso dije algo malo? —Cuando Naruto lo observó, vio en la mirada de Sasuke una determinación que no había visto nunca.

—Regresaré a la aldea contigo.






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Notas.

Este capítulo corresponde al primer día de la week: te estaba esperando.

Las actualizaciones serán una vez por semana, son siete capítulos 😁. Es una historia cortita, y aunque no es alusiva al cumpleaños de Sasuke, la escribí para subirla en esta fecha.

Saluditos, y nos leemos la siguiente semana.

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