CHAPTER SIX

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—¡Por favor déjela ir es solo una niña!

—¡No permitiré que se la lleve!

El aire frío entraba por mis pulmones volviendo dolorosa mi agitada respiración.

Distintas voces continuaban gritando, tapé mis oídos en un intento por calmarme.

—¡Alice!

Mientras mi visión se volvía borrosa por las lágrimas que amenazaban con salir un disparo me hizo saltar en mi lugar. Los gritos cesaron y un fuerte pitido en mi cabeza me hizo tambalearme.

Quería moverme y salir corriendo pero las piernas no me respondían. Estaba paralizada.

Búsquenla y desháganse de esto.

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Me removí incomoda aún con esa sensación desagradable instalada en mi pecho. Abrí los ojos con pesadez volviendo a la realidad. Estaba empapada en sudor.

Alice. Así me había llamado Peter.

¿De verdad era mi nombre? Jamás creí haber tenido uno, papá había dejado muy en claro que mi existencia no era lo suficientemente humana como para poseer un nombre ordinario. Me hacía sentir como si fuera un fenómeno.

Me sentía fatal. Los músculos de mi cuerpo estaban adoloridos y un ligero mareo se hizo presente en cuanto giré mi cabeza.

Me incorporé apoyándome en mis codos, tenía la extraña sensación de haber olvidado algo. Estaba en mi habitación la cual se encontraba como siempre. Relativamente vacía y monótona.

Faltaba poco para que amaneciera.

Me levanté por completo sentándome al borde de la cama. En el momento en que mis pies tocaron el frío suelo recordé haber estado encerrada con Peter.

Peter. ¿Qué había sido de él?

La imágen de él atandome en la camilla apareció en mi mente. Poco a poco fui recordando desde cómo me había abrazado hasta el momento en que me arrebató la píldora.

Incluído el como se alejó cuando papá me lastimaba.

Sabía que no había nada que el pudiera hacer para evitarlo. Ni siquiera tenía sentido molestarme, aún así al menos quería saber el por qué de su actuar.

Me levanté caminando en dirección al baño con la intención de darme una ducha. Necesitaba despejarme.

Cerré la puerta y comencé a desvestirme. Lo primero que saltaba a la vista era la palidez de mi piel. A veces me preguntaba como se sentía el calor del sol, había leído incontables historias donde este emanaba una hermosa luz dorada que volvía reluciente todo lo que tocaba.

Yo también quería sentirlo.

Me introduje en la pequeña ducha y abrí la llave. El agua tibia me hizo soltar un suspiro. Era relajante sentirla resbalar por todo mi cuerpo, me daba la ilusión de se llevaba consigo cualquier preocupación.

【𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍】Peter Ballard |001| (Fanfic Stranger Things) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora