You've been locked in here forever.

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|| Hola uwu, esta pequeña historia constará de tres partes y esta inspirada en la canción de Cigarettes After Sex - Apocalypse. Si no la conocen deberían escucharla, le da profundidad al ambiente de la historia, además es hermosa.<3



El Olimpo se había vuelto un lugar un tanto más estruendoso debido a los nuevos residentes; si no se trataba de ellos, sí de los murmullos provenientes de los otros Dioses, quienes celosos así como enojados despreciaban la decisión por parte de Zeus, al haberles otorgado a los humanos peleadores del Ragnadok la elección de quedarse una temporada en el Olimpo; para que exploren, e inclusive en la tierra actual, para que sacien su curiosidad que sabía el Dios perfectamente, existía. La mayoría de guerreros optó por sólo darle un recorrido amistoso a la tierra de Dioses unos días, puesto que su inquietud era más grande al querer visitar en efecto, el sitio de donde vienen. El pedido fué aceptado sin mucha molestia, no todos los Dioses estuvieron de acuerdo, pero si iba a ser temporal preferían callar. Algunos de los humanos no quisieron hacerse líos mentales, siguieron las decisiones de los demás para ahorrarse la pereza de pensarlo por si mismo, y entre esos estaba por supuesto, Jack el destripador.

Jack no era un hombre que pidiese lo imposible, si los Dioses les concederían un deseo, además de ya sentirse lo suficientemente afortunado por el regalo anterior que le fué dado en su ojo, pidió tranquilidad; en pocas palabras un sitio donde tomar su té a gusto. ¿En el Olimpo o en la Tierra? ¡eso daba igual! Banales lugares, lo importante era que la hora del té no se pasara pues entonces, carecería de importancia todas sus demás actividades. Por lo tanto Zeus concluyó, que el humano antiguo homicida, tomara té donde más le plazca.

Y fué así, como recibió su primera visita. Inesperada completamente, pero recibida con gusto. Confesión que no se atrevió a decir en voz alta, pero que sentía profundamente en su interior, pues, aquel Dios le había dado la mejor experiencia de su vida. El primer color que realmente no pudo cambiar a como a él más le apetecía, y también, la primera persona que lo hizo sentir triste; emoción que sin duda, no pensó que experimentar le fuera tan placentero. ¿Qué otro tipo de emociones desconocidas podía desembocar ese Dios en él? El Dios que prometió salvarlo de sus tormentos.

¿Puedo pasar?—Cuestionó el Dios de pie en la pequeña entrada de la habitación que Jack había escogido ese día. Otra confesión que jamás seria revelada era que, al asesino le causaba cierta gracia ver al Héroe tan encorvado sólo para poder mirar dentro de la habitación.

Su compañía siempre será bien recibida, Sir.—Expresó y casi al mismo tiempo se encontraba sirviendo té en otra pequeña taza.— Por favor, acompañeme.

Gracias.— Hércules pasó, una muy suave sonrisa estaba dibujada en su rostro, tomó asiento frente a Jack y le miró a detalle las manos, observó atento la delicadeza que poseía el hombre ingles incluso para servir, la elegancia y porte que siempre parecía conservar, Hércules descubrió, que le gustaba admirar aquello.— ¿Cómo están tus heridas? ¿Ya han podido sanar?

Me ofrecieron un método más eficaz e inmediato que la enfermería que poseen aquí en el Olimpo, sin embargo Sir, lo rechacé. Prefiero que mis heridas sanen como las del ser humano tienen que sanar.— Aclaró con tranquilidad, probando su té mientras miraba sereno el rostro del Héroe.

No tiene mucho sentido, deberías saber que heridas así pueden dolerte por mucho tiempo.

¿Se siente orgulloso de ellas?

Hércules frunció el ceño ante aquella acusación y todavía más por el desden que Jack poseía en dichas palabras, levantándose con rapidez de su lugar; la mesa se sacudió un poco junto con todos los objetos que había encima. Tomó un tanto brusco la diestra de Jack y tiró de ella, mirando fijamente al asesino.

No disfruto en hacerte daño.— En aquella extraña y brusca cercanía sus ojos se encontraron, ambos con miradas intensas, Jack no mostraba ninguna queja de dolor sólo permanecía analizando los azules y expresivos ojos de Hércules, era como mirar al cielo y perderse en el, era como estar acostado en la fresca arena de una pacifica isla perdido en las olas enormes que mojaban traviesas sus descalzos pies.—¿Lo sabes?

Sin lugar a dudas... Sir. Sólo planee disfrutar de sus siempre impredecibles reacciones.Casi al mismo tiempo que dijo aquello, Hércules se percató que tiró tanto de Jack sobre la pequeña mesa redonda que se encontraban muy cerca el uno del otro.

Las mejillas de Hércules se colorearon avergonzado de sus propias acciones, soltó la mano del adverso frente a él, no obstante, Jack fué ahora quien tomó la palma del pelirrojo como pudo. No le permitió alejarse, no mientras el aún se maravillaba por sus facciones.

You've been locked in here forever
And you just can't say goodbye.

Sir, debo preguntar algo para poder obtener paz conmigo mismo, por favor responda.

Aún absorto, sorprendido y enrojecido, el joven Hércules asintió suavemente.

¿No me odia por asesinarle?

Kisses on the foreheads of the lovers
You've been hiding them in hollowed out pianos.

Jack...— Atinó a pronunciar el nombre del sujeto que le estaba asechando el sentir de forma precavida, la atención de Hércules descendió hasta los delgados y quebrados labios de Jack, lo miró entonces una última vez fijamente a los ojos antes de atreverse a cometer algo a lo que los Dioses llaman un Tabú. Junto sus labios a los del humano, primero un tímido roce, Jack no correspondía pero tampoco le soltó la mano al más alto, tampoco le apartó agresivo ni ofendido, el joven Dios hizo presión contra sus labios, cerrando los ojos y ladeando aún más su cabeza para que pudiesen encajar perfectamente bien y fué ahí donde Jack el destripador le besó casi con la misma suavidad, y deseo latente en su pecho.


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⏰ Última actualización: Jul 26, 2022 ⏰

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