Narra Jaehee
A la mañana siguente
Suspiro, acomodando los papeles en la carpeta que debía llevarle al señor Han. ¿Por qué aún seguía trabajando para él? Supuse que ya había obtenido el valor de entregar mi carta de renuncia e irme a cumplir uno de mis sueños.
Aunque, claro, finalmente gana el pensamiento de: "¿Y si no es lo que esperaba?".
Abro la puerta, entrando después de haberme anunciado. El señor Han había faltado unos días así que me quedé a cargo de todo el papeleo y apenas pude dormir de tres a cuatro horas.
—Buen día señor... Han —en cuanto termino mi pequeña reverencia y decidí verlo me tomo con la sorpresa de un moretón en su rostro.
—Ah, secretaria Kang —él se encontraba revisando algo en su teléfono—. Buen día. Me disculpo por mi ausencia.
¿Escuché bien? Jamás se había disculpado si se ausentaba, era la rutina: él se iba dejándome todo el trabajo pagando me extra por las molestias.
Y por supuesto, dar nuevos negocios de gatos.
—Oh, no hay problema —aclaro mi garganta—. Aquí le traigo donde necesitan que firme —dejo la carpeta en su escritorio—. También tiene dos visitas el día de hoy —reviso dónde anoté, acomodando mis lentes—. Una se trata de la empresa Byeon y otra de su padre, el señor CEO.
—De acuerdo, puedes retirarte. Buen trabajo —me confunde su actitud de hoy. Hago una reverencia y me retiro.
Realmente no sé si está de un buen humor o el golpe le afecto en algún lado. Pero es mejor así, sinceramente necesitaba un descanso de tanto trabajo en estos días.
Por fin me siento, suspirando y cerrando mis ojos. ¿Por qué sigo haciendo esto?
Tal vez debía presentar mi carta de renuncia y con el dinero que he conseguido en este tiempo vivir en tranquilidad por un largo rato. Pero, ¿Y si al final...?
«Ya basta de esos pensamientos»
Sí, debía aprovechar este valor que gane y no desperdiciarlo. Total, la vida solo es una, ¿No? Tal vez incluso llegue a buscar a (T/N), ser amigas y hacer reuniones de té.
Me río, burlándome de mi propio pensamiento tonto.
Narrador
—Falle totalmente —la desanimada silueta de la castaña se encontraba en el sillón, golpeando el reposa brazos del mismo y azotando levemente su frente.
—Era algo que esperaba, pero no creí que te quedarías incluso un día entero —palmea su hombro, reconfortandola en su lamento.
—¡¿En qué momento se fue Saeyoung?! —voltea a verlo, recibiendo un "yo que sé"—. Viven en el mismo lugar Saeran, ¿Cómo no sabes?
—No es como si fuese a quedarme en el maldito sillón con este frío —MC solo, asiente, suspirando.
—Bueno, quería que me acompañará a una reunión en la noche, como Jihyun está ocupado con un trabajo no tengo a nadie —el pelirrojo voltea hacia otro lado, asintiendo y sentándose encima de ella.
—Entonces vete de mi casa, ya me calentaste el sillón así que puede me quede aquí —mira desde arriba a la castaña sonriendo de manera burlona.
(...)
—No te vuelvas a ir, es la última vez y ahora sí mi papá no tendrá más consideración contigo —rueda los ojos, solo dando sonidos de afirmación.
—¿Algo más? Arruinas mi desayuno. Hueles a desodorante barato —el contrario alza una ceja, ¿Eso era un insulto?
—Entiende que...
—No digas que es por mi bien, en serio, es hipócrita si viene de ti. Solo lárgate, no, mejor yo me voy —se pone de pie, dejando su comida apenas tocada y a su hermano qué igualmente se encontraba comiendo. Solo escucho el suspiro del contrario antes de alejarse lo suficiente.
¿Qué había cambiado? ¿Tan mal hermano se había hecho?
¿Siempre fue así su relación? No, hubo un momento en el que terminaron llevándose mal, ese pequeño detonante que llevo todo al carajo. El mismo que termino alejando a las amigas y quién sabe que otros problemas ocasionó.
Vaya que era una mierda de persona...
—Mamá, ¿Por qué nunca pude llevarme bien con ella? —frota su rostro con ambas manos, soltando un sonido de frustración. Realmente quería cambiar, pero tenía razón ella, era hipócrita de su parte. Era mejor cortar todo lazo para al menos no empeorar esa situación.
Horas después
—No quiero estar aquí —lloriquea, abrazando a la mayor que recién llegaba acompañada (cosa que no noto al correr hacia ella)—. Disculpe mis modales —aclara su garganta, incómoda ante la presencia de aquella persona—. Bienvenida, soy (T/N) Byeon. Un gusto... —estira su mano.
—Jaehee Kang, el gusto es mío señorita —la (C/D/C) se emboba por la sonrisa de la contraria, desviando la mirada por los nervios. Le recordaba mucho a... No, lo mejor era olvidar eso.
—Le deseo una agradable estancia, por ahora debo saludar a los invitados —rueda los ojos, sonriendo—. Hablamos después MC —se despide, yendo de mala gana a una mujer que le hizo ademanes.
—Vaya, no creí que fuese verdad que no los reconociera —toma una copa de champagne, poniéndola en sus labios sin llegar a beber el contenido—. ¿Que sientes al respecto?
—En realidad no me importa, de todas formas nadie nota mi presencia —imita la acción de la contraria, solo que ella si tomo un poco—. Es la triste vida de una secretaria como yo.
—Yo te estoy notando, Jaehee —bebe la mitad del contenido, suspirando—. Mas bien prefieres vivir escondiendote para no salir afectada. No te juzgo, así estuve mucho tiempo hasta que ¡Puf! Explote —la mira de reojo, notando que veía a la menor que conversaba con otra señora, riendo, sonriendo y fingiendo estar apenada— ¿Aún no llegas a tu límite? —ambas se miran, recibiendo un suspiro en respuesta por parte de Jaehee.
—Eso no importa —sonríe—. De todas formas llevo mucho tiempo así, es la vida que elegí.
Ambas dejan de conversar, perdiéndose cada una en su bebida y sonido de los alrededores hasta que el sonido de una voz en unos altavoces se escuchó.
—Bienvenidos, les agradecemos su paciencia y ofrecemos disculpas por la reunión de hace unos días. Ya saben cómo es la juventud hoy en día —risas de los mayores se escuchan—. Supongo ya sabrán las noticias pero es mejor darlo de manera oficial.
Hace un ademán hacia (T/N) la cuál agacha la cabeza, sacudiendo su vestido y enderezando su espalda, acercándose.
—Queremos dar la noticia de que la compañía de el señor Han y su servidor, decidimos unirnos gracias al matrimonio que decidieron nuestros hijos —Jaehee mira a MC, sin creer lo que había escuchado, recibiendo un asentamiento de su parte.
Aprieta con ambas manos su copa, regresando la mirada a dónde miraban todos. Ahí vio como Jumin subía y tomaba las manos de la chica, sonriendo, diciendo aquella propuesta.
Vaya, al fin había llegado aquel impulso que tanto necesitaba para darse cuenta de que por fin llegó a su límite.
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Volví con solo 3 capítulos largos, después subiré los demás
Marintia-chan
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Por favor no... (MM × Lectora)
FanficMC no entiende cómo paso eso. Jaehee, Zen, Yoosung, Jumin, Saeran y Saeyoung, por una razón indefinida, eran niños. Esperaba que en lo que volvía de su viaje ellos volvieran a la normalidad. --------- Los personajes le pertecen a Cheritz. No hacer c...