Por favor no... (MM × Lectora)

|°•¿Bσԃα?•°|

Dos días después

-707 ha entrado al chat-

707:
Buen día! El defensor de la
justicia ha vuelto de la muerte

707:
Y decidí volver al camino del
bien

707:

-Zen ha entrado al chat-

Zen:
¿Eres alguien pacifico?

707:
Obvio, soy un ser q inhala amor y
exhala paz

707:
Y cuando golpeo a alguien es con
una inmensa paz

707:
*COFCOFCOF*

Zen:
¿Acabas de escribir una tos...?

707:
El deber me llama!!!!!!!

-707 ha abandonado el chat-

-MC ha entrado al chat-

MC:
Hola chicos vengo a dejar que la
próxima semana será la fiesta ^^

Zen:
Oh, fue bastante rápido. Creí que tomaría
mas tiempo.

MC:
Hubieron algunos percances pero pude
lograr que fuera rápido.

MC:
Aunque si hay unos pequeños
problemas...

MC:
Pero esos los resolveré con la ayuda de
Jaehee

MC:
Si tan solo contestara mis llamadas ;;;;;

(...)

—Vengo a entregar mi carta de renuncia, señor Han —el azabache mira aquel sobre que fue dejado en su escritorio, escuchando lo que diría acontinuación—. Me di cuenta de que sólo estoy reteniéndome aquí.

—¿No tiene que ver con la reunión de hace unos días? —mira a la castaña, notando que no llevaba aquellos lentes que había en su contrato ni el traje.

—Mi vida privada no influencia mis decisiones —afirma, después de unos segundos. Jumin suspira, asintiendo.

—Fue un gusto tenerte aquí, Jaehee —sonríe, dejandola aún más impactada—. Será difícil encontrar a alguien tan competente cómo tú —toma aquel sobre, guardandolo en un cajón del escritorio—. Entonces, de amigo a amiga me gustaría invitarte a mi boda —saca una invitación, poniéndose de pie y dándosela.

—Será... Será un gusto ir —frunce el ceño, suspirando—. Entonces, me retiro.

Hace una reverencia y sale de la oficina del azabache sin detenerse hasta estar afuera de la empresa. Mirando con más calma aquel papel. ¿Que le pasaba?

(...)

—Hola, llevábamos tiempo sin vernos -palmea a lado de ella, sonriendo—. ¿Que tal la vida de actor?

—Algo cansada —toma asiento a su lado, suspirando—. Creí que ya no vendrías por aquí.

—¿Cómo sabes que no vine? ¿Acaso me acosa joven Ryu? —el albino nega, recargandose en la banca.