In My Darkest Hour ♡Steddie♡

Capítulo 2

Luego del incidente de Chrissy, la policía había estado buscando culpables, y uno de sus sospechosos había sido Jason —el novio de Chrissy—. La tarde anterior lo habían interrogado, y ahora el chico estaba seguro de que Eddie Munson era el asesino de su chica.

Lucas Sinclair se encontraba recostado encima de una colcha roja, sus ojos permanecían cerrados, pues se había despertado hacía un rato. Las voces en el exterior llamaron su atención, y el chico salió a ver qué estaba sucediendo.

—Debemos ir a buscarlo. ¿Ven esto? —escuchó decir a Jason, que lanzaba cosas al interior del automóvil frente a él.

—Vaya vaya, miren quién decidió venir.

—¿Qué están haciendo?

—Estamos preparándonos para la cacería. —el chico frente a él levantó uno de los artefactos que llevaba en mano.

—Oye amigo, relájate —Jason se acercó a él y colocó su mano en el hombro contrario, dedicándole una sonrisa amigable—. No somos asesinos, solamente queremos hablar con él, y hacer que admita su crimen.

—Sí, una charla amigable.

—Oye, no conocías a Chrissy, si no quieres participar en esto puedes irte, no te culpo. Seguirás siendo de los nuestros. —ofreció Jason.

—No, está bien, quiero apoyarlos.

—Eso es —Jason le dio una palmada en el hombro—. ¡Capturemos al friki!
(…)
La mañana apenas caía, Eddie no había podido dormir en toda la noche, justo como había sucedido el día anterior. Comenzaba a hartarse. El sonido del vehículo cerca de su escondite lo puso alerta, y de inmediato salió de debajo de las lonas que recubrían el bote. Con su mano temblorosa sujetaba el arma, listo para disparar a cualquier intruso, pero muy en sus adentros esperaba que sólo fuera su paranoia.

Su corazón dio un vuelco cuando las puertas del almacén se abrieron de golpe.

—¡Entrega sorpresa! —dijo Dustin, mostrando las bolsas de compras que llevaba en mano. Tras él también se dejaron ver Max, Robin y Steve, que le dedicaron una sonrisa apenada.

Su semblante se tranquilizó. Le habían dado un buen susto, pero al menos eran ellos, ¿no? En poco tiempo la comida que le habían llevado acabó en su estómago. No había comido nada en esos días, claro que estaba hambriento.

—Tenemos buenas y malas noticias, ¿cuál quieres primero? —preguntó Dustin, apenado por interrumpir la comida de su amigo.

—Las malas, siempre.

—Nos infiltramos en la radio de la policía, y están buscándote. Ah, y están convencidos de que mataste a Chrissy. —la mirada de Eddie decayó, y en su estómago se formó un gran nudo.

—Están cien por ciento convencidos de que mataste a Chrissy. —completó Max.

—¿Y las buenas? —si esas habían sido las malas noticias, no se imaginaba cuáles serían las buenas.

—Tu nombre no se ha hecho público, pero si nosotros sabemos, los demás se enterarán pronto, y una vez que eso se sepa, todo el mundo y sus mamás saldrán a cazarte. —explicó Robin.

—Cacen al friki, ¿no?

—Exacto.

—Y antes de que eso pase, debemos encontrar a Vecna, matarlo y probar tu inocencia. —dijo Dustin, tratando de darle un rayo de esperanza a Eddie.

—¿Otra cosita, Dustin? ¿O sólo eso?

—No, nada más eso. —Dustin se encogió de hombros. Estaba hablando enserio.