03 || Presentaciones ✔

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Ha pasado un mes desde que comencé a trabajar aquí en el castillo

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Ha pasado un mes desde que comencé a trabajar aquí en el castillo. Es muy agotador limpiar todo un palacio. Aunque se encuentren más personas de servicio aún así toca una gran parte.

Con Lulú nos hemos acercado más. Le tome mucho cariño cómo abuela y ella insistió en qué le dijera "nana" y no por su nombre. A mamá le ha caído muy bien que cada fin de semana viene a nuestra casa a tomar el té.

Con mi madre nos ha caído de maravilla el sueldo que gano. No tiene que tomar dos turnos en el restaurante para poder mantenernos.

Hoy es viernes y último día de esta semana que me toca trabajar. Cada viernes es día de paga y no puedo estar más agradecida de haber conseguido el trabajo.

La señora Karol cada vez se muestra más amable conmigo. No es el tipo de jefa ogro que me imagine. Es una persona inmaculada. Aunque no la vea mucho tengo una duda de cual es su función en el palacio. Sé que es mi jefa pero ¿Qué hace ella en todo el día? Casi nunca se le ve por el palacio. Probablemente sus jefes serán los reyes y sea ella quien los atiende.

Ahora mismo voy a la habitación donde Karol nos atendió la primera vez ya que es el lugar donde dan nuestra paga.

Ya estaban las demás chicas esperando dentro y me acerque a Lulú.

— ¿Todo bien, nana?.

— Todo bien, linda. Es algo agotador pero estoy satisfecha.

— Sabes que puedes irte a vivir con nosotras. Mamá ya habló contigo respecto a eso y nosotras seremos felices teniéndote en casa.

Mamá y yo hace unas semanas sacamos el tema de llevar a Lulú a vivir con nosotras, ya que vive sola y nunca tuvo hijos.

— Lo sé y estoy muy agradecida por la petición pero déjame pensarlo ¿si? Sabes que se me es difícil dejar el lugar donde crecí y donde viví con el amor de mi vida.

— Esta bien, nana. —la abracé.

Karol entró a la habitación y comenzó a llamar a cada una con su paga correspondiente. Siempre era la última y nana me esperaba fuera de la habitación.

— Catalina. —Karol me llamó.

— Gracias. —le sonreí tras recibir mi paga.

Estaba a punto de salir cuando escuché que me llamó.

— ¿Si, señora? —estaba nerviosa. Nunca me quedaba hasta el final. ¿Me despedirá? Si es así puedo ir pensando en ahorcarme con el lazo que llevaba sujeto al cabello.

— Tranquila, Catalina. No voy, ni quiero despedirte. —¿tan fácil soy de leer?—. He notado tu esfuerzo en este trabajo. Estoy muy al tanto de todo aquí y solo espero que sigas así y puedas ser de ejemplo para tus compañeras de trabajo. —sonrió.

— Oh. Muchas gracias, señora. Seguiré así, no se arrepentirá.

— Solo dime Karol. El señora me hace parecer más vieja. —¿acaba de bromear? Solo asentí.

His Queen ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora