We Never Change...

16. La Verdad.

Esa persona era Ethan. Por suerte, teníamos muchos temas de conversación. Era amable, dulce, tierno y simpático, nunca te aburrías al estar con el. Me estaba ayudando a recoger los vasos y platos de plástico tirados por todo mi cuarto cuando me sorprende con una de sus preguntas.

-¿Andas con Adam? –¡Pero que demonios!, pensé. Su expresión era seria y me miraba detenidamente.

-¿Que? ¡No! ¡Claro que no! –dije rápido exaltadamente.

El solo asintió con la cabeza.

-Si anduviera con el, no hubiera aceptado ir contigo al baile de graduación –al recordarle la linea recta de sus labios, se convirtió en una sonrisa que me dejo ver sus hermosos dientes blancos.

-¿Entonces si iremos? –me pregunto, de nuevo, entusiasmado.

-Que si, Ethan –le dije pasándole la bolsa de basura–. Tira todo ahí.

Después de terminar de levantar, nos sentamos los dos al borde de mi cama. Nuestros temas se habían acabado, ninguno de los dos hablaba. Estábamos tan cerca que podía sentir su calor corporal.

-Elizabeth... –me llamó.

-Mande, Ethan.

-Tengo que decirte algo... –se rasco la nuca— Muy importante.

-Claro, dime –dije un poco insegura. ¿De que se trataba?

-No se como empezar... –tomó aire– Desde hace mucho tiempo, tu... –estaba demasiado nervioso– Tu... Tu... Yo... Me...

-Solo dilo, por favor –dije un poco desesperada por su nerviosismo. ¿Que carajos le pasaba?

Volvió a tomar aire y me miro a los ojos, solo unos centímetros acortaban nuestra distancia. Se calmó y volvió hablar.

-Me gustas, Elizabeth –dijo apenas audible y demasiado rápido.

¿Que acaba de decir? No podía hablar porque mi cerebro estaba procesando esa información. Era imposible que el estuviera enamorado de mi. ¿Que le voy a decir? No tenía idea. Su voz me sacó de mis pensamientos.

-Sabía que no debía deci... –lo interrumpí.

Y lo besé.

No supe porque lo bese, fue un impulso. Aun asi, el correspondió a mi beso, puso una de sus manos en mi cintura y la otra en mi nuca, yo puse las mías en sus hombros. Era un beso lleno de ternura y delicadeza.

Un ruido hizo que nos sobresaltáramos y nos separamos. Era la ventana. Alguien había abierto la ventana de mi cuarto. Supe quien era.

Adam.

Nos vio besándonos. Todo paso demasiado rápido. Vi a Adam parado enfrente de nosotros sin expresión alguna en su cara y al segundo siguiente vi como sostenía a Ethan del cuello.

Estaba bloqueada.

Lo golpeo en la cara con su puño.

Quería gritar pero se me había olvidado lo que era tan siquiera susurrar.

Otro golpe. Mas fuerte.

También se me había olvidado lo que significaba respirar.

Lo ultimo que vi fue a Ethan tirado en el suelo, inconsciente. Mis piernas flaqueaban. Mi cuerpo temblaba.

"Adam" creo que trate de decir, pero supongo que fue mas un pensamiento, antes de caer al piso.

Todo se volvió obscuridad y silencio.

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