22. La Noche (Parte 1).

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Adam. Adam. Adam. El lo era todo para mi.

Lo miré asombrada. Y no solo por el hermoso vestido, sino también por como venía el vestido. Se veía mas guapo que siempre.

Vestía con un esmoquin negro, camisa blanca y un moño de corbata del color de mi vestido, rojo.

Bueno, yo suponía que era mi vestido. Eso quería creer.

—¿Para mi? —fue lo único que salió de mi boca. Estaba un poco desconcertada.

—¿Y para quien mas podría ser? —dijo él sonriendo. No quitaba esa sonrisa que tanto me encantaba.

—¿De que se trata todo esto? ¿Por que lo compraste? ¿Cómo lo hiciste? ¿Y cómo supiste? ¿Fue Fatima, verdad? —hablé rápido.

—Es nuestra noche —fue lo que dijo. Aunque no estaba segura si era 'nuestra'.

Dudé unos segundos en responder y mi alegría se cambió por decepción.

—Te dije que no iría —lo rechacé.

Hizo caso omiso de lo que le dije, seguía con su sonrisa. Creo que nada ni nadie en el mundo cambiaría su humor.

—Vamos, se nos hace tarde —agarró el vestido, me lo puso en las manos y me arrastró al baño–. Te espero abajo, peque, no te tardes.

—Pero... —me interrumpió besando mi frente y al segundo después cerró la puerta.

¿Que iba a hacer? ¿Quien se creía para obligarme a hacer algo que no quería? Ah, ya se. Adam Russell. El elocuente y maldito hijo de puta de Adam Russell. Pero aún así me encantaba.

Por el otro lado, se había gastado una exorbitante cantidad de dinero solo para complacerme e ir a la fiesta de graduación con él. Y también se había comportado tan lindo conmigo y pues, él enserio quería ir a esa fiesta y por mis terquedades iba hacer que se perdiera su noche... En fin, ya sería nuestra noche.

Maldecí por lo bajo. No tenía otra opción, debía ir con él.

El vestido me quedaba a la perfección, como hecho a mi medida. Era strapple y me llegaba arriba de las rodillas, tenía una hermosa tela de encaje igual roja pero mas fuerte y pequeños diamantes incrustados en el escote, que era muy provocativo.

En un tiempo récord, me terminé de cambiar, me maquillé y cepillé mi cabello. Ya no me daba tiempo de hacerme un peinado.

Bajé las escaleras con mucho cuidado para que no caerme. Al escuchar el taconeo de mis zapatillas color negro, Adam (quien estaba atento hacía la tele) me volteo a ver y se paró del sillón. No tenía idea de que pasaba por su cabeza pero sus ojos se abrieron como platos, creo que estaba muy asombrado, y sonreía como un idiota.

—Tu... Tu... Te ves... Wow... —estaba tartamudeando y se había sonrojado. Reí suavemente ante su reacción.

—Y tu no te quedas atrás —caminé hacía él y le di un beso en la mejilla. Oh, se había puesto nervioso. Sonreí con satisfacción.

—¿Nos vamos? –susurró y yo asentí con la cabeza.

Me abrió la puerta de la entrada de la cama y dejó que pasara yo primero pero antes de salir sentí algo y me detuve. Me había nalgueado. Lo fulminé con la mirada.

—Lo siento, era imposible resistirme. Con ese vestido te ves irresistible —dijo sonriendo—. Lastima que solo eres mía —susurró en mi oído. Sonreí.

*****

Llegamos al hotel donde sería la fiesta. Bueno, al salón de fiestas del hotel.

—¿Estas lista? —me preguntó antes de entrar tomada de su mano. Asentí.

Y entramos. Estaba todo muy bien adornado, con luces de colores y globos blancos por doquier. La banda de mi hermano y Adam eran los que tocarían música. ¿Cómo me iba a atrever a perderme esta fiesta? Estaba loca.

Después de un rato, Adam me sacó a bailar. Me encontré a todos mis amigos ahí. Menos a Ethan. Me deprimí un poco y Adam se dio cuenta.

—¿Que pasa, princesa? —preguntó preocupado.

—Ethan —respondí. Pero no le quería arruinar la noche así que le sonreí.

—Te tengo una sorpresa, espera aquí —dijo y se fue antes de que pudiera decir algo, me había dejado sola en la pista de baile.

Minutos después, apareció Adam arriba del escenario con su banda. Paró la música y se escuchó un "aahh" de todos, obvio nadie quería que quitaran la música. ¿Que tramaba? No tenía idea alguna.

—Atención a todos —todos lo voltearon a ver—, hoy es una noche muy especial para todos, para mi lo es, así que... Elizabeth, esto es para ti.

Me miró y de repente sentí todas las miradas encima mío. Me sonrojé.

Segundos después, Adam empezó a cantar una de mis canciones favoritas. Be Your Everything de Boys Like Girls.

Al terminar la canción bajó del escenario, me tomó de las manos y me besó. No le importó que todos nos miraran atentos, mientras aplaudían.

*****

Todos estábamos muy felices hasta que se terminó la fiesta. Adam me miró y dijo tentadoramente:

—Reservé una habitación en el hotel.

Y no necesitó decir más para que saliéramos corriendo a fuera del salón.





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Aquí les dejo el link de la canción: https://www.youtube.com/watch?v=xbjhTFmAZ7I

Es una hermosa canción, espero que les guste.

No olviden votar, comentar y compartir.

¡Nos leemos luego!

❤️

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