Capitulo 4Stanley
Quien lo diría. La niña fresa pidiéndome ayuda. A mi: al Nerd.
No soy una mala persona aunque detesto a la mayoría y eso incluye a la castaña de ojos claros llamada Nicolle. No la conozco pero esa personalidad extrovertida y burlona, la detesto. Odio a las personas con alto nivel de arrogancia. Soy un chico reservado e introvertido, todo lo contrario a ella que es una mocosa molesta e insoportable. Necesitaba mi ayuda y se la di, ¿pero que pasa? la subo a mi auto y ella hace lo que quiere con mi radio. Me gustan las músicas clásicas y románticas no las canciones electrónicas que me revientan los tímpanos. Me gusta la tranquilidad y el silencio, pero ella...ella no paraba de hablar. ¿Que le sucede? Ni siquiera me conoce como para juzgarme. No soy un amargado solo que no confío en las personas y mucho menos en alguien como ella. Me molestó la manera tan burlona en que lo dijo como si ella hubiera nacido perfecta. ¡Es una odiosa!. Pero en algo si tiene razón, Soy virgen. Pero no le iba a dar la razón ¿Para que? ¿Para que luego se burlara de mi?. Aunque no voy a negar que me siento bastante mal por dejarla tirada. Eso no es propio de mi. Pero, ¡Ah! Me sacó de quicio. ¿Llegaría a su casa? ¿Y si le pasa algo por mi culpa?. No. No quiero ni pensarlo. No soy rencoroso, pero se lo merecía. Es una insoportable. Y lo peor de todo, es que tendré que verla todos los días.
Veinte minutos después llego a mi tranquilo y pacífico vecindario. Todas las casas parecen mansiones y están totalmente cercadas. Al igual que la mía, la cual tiene verjas negras. Romer, el guardia de seguridad abre la entrada para mi.
—Buenas tardes, Joven. — me saluda mientras conduzco. Es un hombre de unos cuarenta y tantos años muy amigable y confiable. Es como un amigo más de la familia.
—¿Como estas, Romer?. —le respondo el saludo mientras la verja eléctrica se cierra detrás de mi. Estaciono mi coche en el estacionamiento y me bajo. Camino hasta llegar a la puerta Francesa de la entrada. Veo a Mara en el living con la aspiradora. Ella levanta la mirada y apaga la aspiradora.
—Hola, Mara.
—Hola, Cariño. ¿Deseas algo para merendar?. —me pregunta con amabilidad.
—No, Mara. Gracias. ¿Y mis padres, ya han llegado de Londres?.
—Aun no.
—¡Que novedad!. —le digo mientras subo las escaleras hasta mi habitación.
Mis padres siempre están de viaje de negocios. Soy hijo único y siempre me he sentido solo. Al menos Mara siempre ha estado para mi cuando la necesito. Es como una segunda madre para mi.
Cuando llego a mi habitación, lanzo mi mochila al suelo y cierro la puerta con el pie con cierta molestia. Me saco el suéter de lana (que me regaló mi abuela antes de morir) por encima de mi cabeza y las converse las dejo a un lado. Mi habitación es muy sencilla. De paredes blancas y azules. En una esquina tengo una mesa pequeña y encima de esta mi portátil, a veces me gusta escribir en mis ratos libres. Al lado de esta hay una ventana por donde entra claridad, también donde puedo mirar la casa de al lado: la de Gerson. Mi cama está en el centro y en la otra esquina tengo una pequeña biblioteca. También está mi armario y hay una puerta que da hacia el baño. Me deshago de mi pantalón quedando solo en bóxer. Me encamino hacia el baño para ducharme. Ha hecho un calor infernal. Odio el verano, soy amante de los días lluviosos. Me quito las gafas y las dejo sobre el lavamanos. Levanto la mirada y me observo en el gran espejo cuadrado de la pared. Mi cabello está un poco largo.
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𝑸𝒖𝒊𝒎𝒊𝒄𝒂 𝑰𝒏𝒅𝒆𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆 +18 ©️ LIBRO I 💜 (Editando) #pgp2024
Romance"Después de la traición, el corazón se cierra, pero la química tiene sus propias reglas." Para Nicolle, la adolescencia era un tiempo de inocencia y sueños, hasta que la traición de su novio con su mejor amiga la dejó con cicatrices profundas. Juró...