Capitulo 11Stanley
El comedor está lleno de estudiantes. Unos hablan, otros ríen y otros comen, mientras que yo me concentro en leer mi libro de Química buscando un experimento para la próxima clase, pero Gerson como no puede quedarse callado, rompe el silencio.
—Stan, ¿Iras a la fiesta de Tim este fin de semana?.
No se porque esta preguntándome eso, si sabe perfectamente que no iré. Después de lo que pasó no me quedaron más ganas de ir
—No y ni trates de convencerme, porque no iré.
—Aburrido.
—Mejor cállate, Gerson.
Y lo hace. Al cabo de unos segundos lo escucho hablarme de nuevo.
—Aquí viene tu compañera favorita. —comunica mi mejor amigo en voz baja y yo suelto un suspiro.No me volteo a verla, porque se a quien se refiere.
Un olor dulce se impregna en mi nariz y sé que es el aroma de su perfume. Sigo con mi vista puesta en el libro.
—Hola, Nicolle. —la saluda Gerson, sonriente.
—Hola, Müller. —le responde y veo de reojo que toma asiento en nuestra mesa. Lo que me faltaba.
—Hola, Einstein. —Levanto la mirada para verla, pero inmediatamente la aparto ignorándola por completo. —Que amable es tu amigo, Müller. —Le dice a Gerson y yo me hago el sordo.
—¿Que haces aquí?.
—Solo quería saber cuando nos veremos en tu casa.
—Te avisaré, ya puedes irte.
Siento que me arrebatan el libro de las manos y veo a la castaña con él entre sus manos. ¿Que mierda le sucede?. Primero fue Timothy ¿y ahora ella?
—Química. ¡Genial! ¡Amo la Química!. —dice con sarcasmo. Le arrebato bruscamente el libro de las manos. —Bueno, alguien no está de humor así que...me voy. —anuncia la castaña y se levanta del asiento. —Adiós, Pecoso. —Se despide de Gerson.
Pasa a un lado de mi asiento y se detiene.
—Nos vemos luego, Montgomery.
Se va cuando yo no le respondo. Dejo mi libro sobre la mesa y Gerson me mira fijamente. Frunzo el ceño confundido por su mirada rara.
—¿Que?.
—Nada. —Dice riendo.
—No se que es tan gracioso, Gerson. Habla de una vez.
—Solo estaba pensando en que pasará cuando ustedes dos estén solos en tu casa.
—¿Qué pasará de qué? Solo estudiaremos. No va a pasar nada.
—¿Y si pasara?.
—¿A que te refieres, Gerson?.
—Ambos van a estar solos. ¿Sabes que pasa con dos personas están solas en una misma habitación, Stanley?.
—Si lo que quieres decirme es que haremos otra cosa a parte hacer el jodido experimento, te estas equivocando, Gerson. No tendré sexo con ella.
—¿Por qué no?.
Suelto un suspiro hastiado de la situación.
—Porque eso es imposible. Y ya deja de decir estupideces.
—Nada es imposible, Stanley.
(💜)
A muchos les gusta ir al comedor en el receso y otras personas prefieren salir del instituto e ir a la parte trasera dónde está el campo de futbol. Camino a paso lento mientras juego con las correas de mi mochila y tarareo una canción. La brisa de la mañana se estampa sobre mi rostro. Hay unos chicos jugando con el balón de futbol, del otro lado hay unas chicas sentadas sobre el césped verde hablando y también está la profesora de Deporte dando su clase, dónde los estudiantes empiezan a trotar de un lado a otro. Camino alejándome de la multitud hasta llegar al árbol frondoso que está al final alejado del campo.
Dejo mi mochila sobre el suelo y me siento con la espalda pegada en el árbol y me cruzo de piernas. Me quito los lentes y me froto mis ojos para luego volver a ponérmelos. Saco mi libro de Astronomía para leer. Siempre que puedo vengo aquí. Este lugar es tranquilo y pacífico. El vaivén del viento me relaja. Abro mi libro y busco la página dónde quedo la lectura.
Desde que era pequeño siempre he tenido una gran fascinación por el Universo. Me causa mucha curiosidad como fue creado el universo y todas las maravillas que puedes descubrir. Según la teoria del Big Bang, el sistema solar y el sol se formaron hacen 4.600 millones de años. ¿No es increíble?. A ciencia cierta nadie sabe como se formó el universo. Según la Biblia, el mundo fue creado por un Dios; Uno que nadie ha visto, ni ha conocido. Fue creado en seis días, ¿Cómo es eso posible?. Hay muchas teorías sobre la creación del universo, pero nadie sabe exactamente como. Es un misterio. La ciencia es un misterio y eso es lo que me gusta. Se imaginan poder descifrar los misterios de la ciencia. Sería genial saber cuantas estrellas hay en el cielo, cuantas galaxias y constelaciones. Si existen otras personas o entes fuera de este planeta. De seguro existen o existieron pero nadie lo sabe, ni siquiera los más expertos en la materia.
Hay muchas cosas interesantes que debo descubrir y para eso quiero estudiar y entender el universo y todo lo que en el habita. Ya es difícil leer a una persona, ¿Cómo sería leer al Universo?. Seguramente sería un total enigma, pero nada es imposible para quien quiere aprender.
La tranquilidad inunda el lugar y las voces de los estudiantes se oyen lejanas. Hay una completa calma. Dejo de leer el libro, recuesto mi cabeza sobre el árbol y cierro mis ojos por un instante inhalando oxígeno fresco. Se siente tan bien la tranquilidad. Escucho el árbol remecerse por la brisa mañanera y...¿unos pasos?.
Abro los ojos abruptamente y suelto un suspiro de cansancio.
¿Que hice yo para merecer esto?.
Vuelvo a cerrar mis ojos esperando que la persona parada frente a mi se tele transporte a otro planeta, dónde pueda morir congelada y no pueda volver nunca más a joderme la vida. No escucho su voz chillona, o se fue o está totalmente callada. Abro de muevo mis ojos y la veo recostada de espaldas en el césped leyendo mi libro de Astronomía. Su pelo castaño cae por todas partes y su piel se ve demasiado blanca desde mi ubicación.
No quiero hablar con ella. Pero quisiera saber que hace aquí. ¿Me estará siguiendo? No lo creo, ¿O si? La pregunta es, ¿Por qué lo haría?.
Miro a mi entorno y las personas se ven lejanas desde mi ubicación.
—¿Que es la Astronomía?.
Ella rompe el silencio. No puedo evitar su ignorancia.
—Es la ciencia que estudia el espacio y todo lo que hay en él. —le respondo. —¿Cómo es que no sabes algo tan simple?.
—¿Y te gusta? Te he visto leyendo este libro en todos lados.
—¿Acaso estas acosándome?.
Se ríe.
—Ya quisieras.
—¿Entonces que haces aquí?.
—No has respondido a mi pregunta, Einstein.
—¿A ti que te importa si me gusta la Astronomía o no?.
—Tienes razón, no me importa. Solo estaba tratando de entablar una conversación decente entre los dos.
—¿Y por qué querrías hablar conmigo?.
—Sinceramente, no me agradas. Solo estoy siendo amable.
Esta vez el que ríe amargamente soy yo.
—¿Y desde cuando eres amable, Nicolle?. Creo que eres la persona más desagradable que conozco.
Ella cierra el libro y gira su rostro para mirarme. Noto que sus ojos parecen marrones pero con la claridad del sol parecen verdes, es una mezcla de ambos colores. Nunca había visto unos ojos tan extraños.
—¿Por qué te parezco desagradable, Montgomery? Me gustaría saberlo.
Se cruza de piernas observándome. Por un instante me siento nervioso inconscientemente.
—Porque eres presumida, vanidosa, arrogante, insoportable…
—¿Y por eso soy desagradable para ti?.
—Entre otras cosas, Morrison.
No se que le ha parecido gracioso, pero sonríe divertida por mis palabras.
—Creo que seremos buenos compañeros, Stanley.
—Sinceramente, no te quiero como compañera, Morrison.
—Una lastima, porque tendrás que soportarme por lo que queda de año, Montgomery.
Suelto un suspiro de molestia. Empieza a irritarme.
—Si lo que venías era solo a molestarme, ya puedes irte, Nicolle. .
—No me iré. Aquí vengo siempre, así que el que debería irse eres tú.
—Yo he llegado primero. —replico con cansancio.
—No me importa, este es mi lugar. Mejor búscate otro sitio dónde leer, porque éste me pertenece.
La miro desconcertado con el ceño fruncido.
—¿Disculpa?.
—Como escuchaste, Montgomery.
—Este es un lugar público y que yo sepa este árbol no tiene tu apellido, ni nada que diga que te pertenece.
Ella se levanta y camina hasta quedar frente a mi y veo que empieza a escribir sobre el tallo del árbol. Levanto la vista para verla, pero solo logro ver como muerde su labio a medida que escribe. ¿Que hace?. Ella se aparta y me mira directamente con los brazos cruzados.
—Listo. Ahora este árbol es de mi propiedad.
Arrugo las cejas y me levanto del césped. Veo el tallo del árbol y tiene un escrito que no había visto antes, que dice: Propiedad de Nicolle Morrison.
La miro frustrado y ella me sonríe victoriosa.
—Te detesto, Morrison.
—¡Pues, te aguantas!. Ahora somos compañeros y quieras o no, tienes que soportarme, Einstein.
Guardo mi libro y tomo mi mochila para irme, mi momento de paz se arruinado. Coloco mi mochila sobre mi hombro.
—Me largo de aquí. Disfruta de tu árbol, Niña tonta. —le doy una última mirada antes de irme y ella parece liquidarme con sus extraños ojos verdes.
Me aparto de ella y comienzo a caminar con las manos en los bolsillos de mi pantalón.
¿Por qué tiene que joderlo todo? ¿Por qué se empeña en seguirme molestando? ¿Qué es lo que quiere de mi?.
De ahora en adelante seremos compañeros en la clase de Química y no se si podré soportarla. Nunca antes había sentido tanto desprecio hacia alguien. Es terriblemente insoportable. Estoy completamente seguro de que nunca seremos amigos porque somos Polos Opuestos y estamos destinados a chocar.
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𝑸𝒖𝒊𝒎𝒊𝒄𝒂 𝑰𝒏𝒅𝒆𝒄𝒆𝒏𝒕𝒆 +18 ©️ LIBRO I 💜 (Editando) #pgp2024
Roman d'amourNicolle es una joven extrovertida y traviesa, ha cerrado su corazón al amor después de una dolorosa ruptura. Decidida a no volver a enamorarse, se dedica a disfrutar de la vida sin ataduras emocionales. Pero su mundo da un giro inesperado cuando con...