44.- Te dejaré ir

200 20 19
                                    

Hace 4 años, antes de...

Janet

La empujé lo más fuerte que pude para alejarla de mí, lo hice tan fuerte que la tiré al piso, solo pude cubrirme el cuerpo con las manos y salí corriendo de la ducha. Tomé lo primero que vi en el cajón y me encerré en el cuarto de visitas poniendo llave para que no fuera a entrar.

Me quedé parada en medio de la habitación, seguía aturdida y confundida. Aún estaba completamente mojada, mi cabello escurría y empezaba a sentir frío en el cuerpo, caminé al baño de la habitación y tomé una toalla, me cubrí con ella y empecé a frotar mis brazos con mis palmas tratando de calmar mi temblor, pero no estaba funcionando, miré mis manos y seguía temblando, no sabía si era por el frío o por ella...

¿Qué demonios acaba de pasar?

¿Por qué me hizo esto?

Me puse frente al espejo y con algo de temor me quité la toalla. En cuanto me vi mis ojos se llenaron de lágrimas, tenía marcas rojas en todo mi cuello y pecho, también había mordidas en mi piel. Podía ver perfectamente sus dientes, no eran ese tipo de marcas que vez después de una noche apasionada, estas parecían haberlas hecho con ira pura. Mi entrepierna dolía, pero no tanto como mi corazón.

Me dejé caer a la cama y me puse a llorar cubriéndome la boca, no quería que ella me escuchara. Después de un rato logré calmarme, pero al mínimo rose de mi cuerpo desnudo con las sábanas me daban ganas de llorar de nuevo. Ahora estoy aquí, tendida en la cama viendo el techo sin entender que es lo que pasó, o por qué pasó. No obtengo una respuesta en mi cabeza. Si hace unos días todo estaba bien entre nosotras, noté su mal humor, pero jamás me imaginé que llegara a estos extremos.

Si esto pasó ahora...

¿Qué podría pasar después?

Por más que traté no escuché ningún ruido proveniente de afuera, lo que me hizo pensar que probablemente se fue a alguna parte. Creo que es porque estoy enojada, pero no me importa en lo absoluto lo que esté haciendo ahora.

En toda la noche no pude dormir, solo me movía de un lado a otro, como a las 4 am me levanté y por fin me vestí, a pesar de eso seguía teniendo mucho frío en el cuerpo, seguía sin sentirme cómoda. Me levanté, entré al baño y me metí a bañar de nuevo, el agua estaba helada, pero solo quería que el agua se llevara esas caricias que me hicieron sentir como basura, quería que se borraran de mi piel lo antes posible para sentirme bien otra vez.

La mañana llegó y no pude cerrar los ojos en ningún momento, el color de mis marcas ya no eran rojas si no moradas y algo verdosas. Ya no lloré, me llené de ira al verlas, me puse la ropa y escuché que estaba intentando abrir la puerta, al tener llave no pudo hacerlo, así que empezó a tocar, no le respondí, pero siguió insistiendo.

—Janet... Janet tenemos que hablar —decía en voz baja mientras seguía tocando la puerta. —Janet sal de ahí por favor.

La ignoré un rato, probablemente más de una hora, yo lo que menos quería era hablar con ella o verle la cara, pero no podía quedarme encerrada aquí todo el día, ella es la que debería de estar encerrada en estas 4 paredes sintiéndose como basura, no yo.

Salí del cuarto y ella estaba por tocar la puerta de nuevo, pasé a su lado ignorándola por completo, entré a la habitación y empecé a sacar mi ropa para cambiarme.

—Janet... perdóname... yo no quería hacerte daño —la vi a través del espejo, tenía su cabeza baja y podría jurar que tampoco durmió anoche. Por un momento me sentí mal por ella, pero al instante se me pasó.

—Pero lo hiciste... ¿Qué ocurre contigo? —la vi de mala manera por el espejo.

—Yo... —estaba afligida, pero no más que yo.

Without youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora