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Jimin recién llegaba a su hogar, había trabajado toda la madrugada y se sentía exhausto. Ahora eran tres trabajos que debía cumplir para obtener el dinero suficiente y así poder costear los gastos que poco a poco iban aumentando.

Se tiró al sofá y quedó profundamente dormido, la visita de Jihyun del día anterior le había quitado todas las energías que debía tener.

Solo pasó como hora y media cuando Jimin empezó a escuchar ruidos por el lugar. Sin ánimos abrió los ojos y vio a MinGuk y Chae con platos en las manos... Sonrió levemente y adormilado se sentó.

-¡Buenos días papá!–Saludaron los niños al tiempo.

-Buenos días amores de mi vida–Jimin ni siquiera había abierto los ojos así que sus hijos rieron cuando lo vieron. -¿Vamos tarde?.

-No papá, podemos comer–Le dijo MinGuk y se acercó a él. -Toma café, la tía Lisa me enseñó a hacer café..

-Tu tía Lisa esta loca–Jimin abrió los ojos de inmediato. -Cariño no me gusta que hagas esto, te puedes quemar..

-Pa yo le dije eso–Chae puso los platos frente a la mesa y sonrió. -Gukie vamos a comer...

-¿Estos son los pasteles que traje hoy?–Preguntó Jimin curioso.

-No papá, estos los hizo la tía Lisa ayer para la cena.. Había quedado comida del almuerzo–Le explicó MinGuk y se sentó en la alfombra a comer.

-Bien, se van a llevar dos pasteles cada uno.. Son de jamón, queso y piña..

Los dos niños celebraron, amaban ese tipo de pastel y nada mejor que llevarlos de merienda.

Jimin disfrutó de un desayuno recalentado con sus hijos... Esto era lo mejor de su día, estar con ellos y además era su motivación para siempre dar lo mejor de sí para llegar a casa a darles una sonrisa.

Después de comer los niños fueron al baño y cepillaron sus dientes mientras Jimin metía su rostro en un platón de agua fría para quitar el sueño que tenía.

-¿Cuando veremos a la tía Ji otra vez?–Preguntó Chae sentada en el sofá mientras su hermano le colocaba los zapatos.

-Pronto–Fue lo único que respondió Jimin.

-¿Si vimos a la tía podemos ver a papá Kookie?–Chae miró a su hermano y sonrió.

-No se hija, puede ser...

Jimin se ganó la mirada de los dos infantes... Habían pasado tanto tiempo preguntando si podrían verlo frente a frente y la respuesta siempre fue un "no" así que sorprendia un "puede ser".

El mayor apuró a los niños y tomó las mochilas para salir del departamento, bajaron las escaleras corriendo y así salieron del edificio hacia la parada de autobuses.. Tomaron la ruta que los dejaría frente a la escuela de Chae, MinGuk especialmente estaba refugiado en el pecho de su padre con los ojos cerrados esperando salir rápidamente de ese transporte.

Cuando el transporte se detuvo Jimin se bajó con ambos niños.

-Cariño no podré recogerlos hoy–Jimin suspiró pesado y abrigó mejor a su niña. -Así que cuando pase la ruta de tu hermano subes y llegan al edificio, díganle al portero que subirán y se encierran en el departamento.

-Si papá–Chae asintió.

-Hija solo sales de la escuela cuando veas a tu hermano... Él se hará en la ventana–Jimin miró a MinGuk y este asintió. -Si un desconocido se les acerca corren a un local y avisan, si los tocan o algo...

-Gritamos muy fuerte–Dijo Chae. -Ya sabemos papá, debo irme...

-Lo sé mi amor, sé que sabes pero solo me preocupo–Jimin la abrazó fuerte y la hizo reír suave. -Te amo mi amor...

-Yo también papi, te amo muuuchoooo..

Chae se separó y le llenó el rostro de besos, Jimin sonrió y se despidió. MinGuk recibió un beso de su hermana en la mejilla y él le dio uno a ella... La infante se metió a la escuela y se tomó un segundo para girar y agitarle la mano a ambos.

Jimin tomó la mano de su hijo y se fue caminando con él, no era tarde así que no debían correr.

-¿Por qué vino mi tía?–Preguntó MinGuk.

Jimin lo miró y él seguía mirando al frente.

-¿Recuerdas cuando te dije que ella siempre que llegaba de algún viaje o una salida iba a verte?–Preguntó tranquilo y su hijo le hizo un sonido de afirmación. -Pues eso pasó, ella solo quería verlos...

-¿No vamos a ir a donde papá verdad?–MinGuk se detuvo y levantó su mirada. -¿Aún no podemos ir con él?.

-Cariño...

-¿Tenemos que seguir escondiendonos?–Preguntó MinGuk afligido.

-Si, si la gente se entera de nosotros... Se armaría muchos problemas, pero si quieres ver a papá lo haremos..

-¿Cómo? Ya no saldrá en TV ni en youtube–MinGuk suspiró.

-Aprovechemos que está de vacaciones–Jimin se agachó frente a él y con una sonrisa le arregló la bufanda. -Está semana iremos a verlo... Déjame arreglar unas cosas en mis trabajos y viajamos a Seúl..

-¿Enserio papi?–Preguntó MinGuk en un susurro pero muy emocionado.

-Si mi niño, se lo diremos a tu hermana cuando yo tenga todo listo..

Jimin le dio un beso en la mejilla y siguieron yendo hacia la escuela de la fundación... MinGuk estaba más feliz, desde que su padre le lleva explicando la situación con su padre Jungkook quiso estar con él pero con su limitado conocimiento entendía que era más saludable estar separados.

Al llegar a la fundación la directora saludó a los Park... Jimin volvió a darle indicaciones a su hijo y este entendió, habló con la directora y la mujer asintió confirmando que llevarían ambos niños a casa.

Pero cuando Jimin se fue un mal presentimiento se le metió en el pecho incomodandolo, pero se concentró en otra cosa pensando que sus hijos habían quedado en un lugar seguro pero quien podía adivinar que aquí la vida marcaba un antes y un después... La vida o mejor dicho, una persona iba a colocar a prueba la fortaleza de Jimin como padre y seguro se arrepentiria de hacerlo.

El costo del amor 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora