7 | Entrenamiento

143 10 3
                                    

"Nos vemos mañana. Entrenamiento. Mario xoxo."
Me levanté para ducharme y cambiarme. Debía estar concentrado para el partido contra Porto pero no lo logro mientras mi mente recrea los momentos que pasé con ella. Estoy desesperado por estar a su lado cada instante, abrazarla y nunca soltarla.
"Ya estás a mitad de camino, supongo. Mario xoxo."
"Joder, que ya voy hombre. Thomas. "
Agarré mi mochila deportiva para correr a mi audi. El día estaba soleado con algunas nubes de más. Encendí mi auto. Ya estábamos en los cuartos de final contra Porto. Temo decir que no es un partido fácil. Mi concentración máxima debería estar en el próximo encuentro mas es imposible ahora con la distracción que tengo. Sin embargo, me enfocaría en el juego y la Champions será nuestra.
El clima favorecía bastante ya que era un día soleado pero al mismo tiempo nublado. El sol dejaría de ser un problema por hoy. Salí de mi auto, prendí la alarma y me encaminé a los vestidores. Llegué 5 minutos antes por lo que me 'salvaba' de las 40 vueltas al campo. Me cambié y comencé a prepararme antes de entrenar mucho más duro que en otros entrenamientos. En ese instante, Mario y Bastian se dirigen para saludarme.
-Un "gracias" sería muy amable de tu parte, Thomas. -bufó imitando irritación el más joven.
-Bueno, gracias pequeño.
-De nada, jirafa.
Pep llamó a todos para comenzar con el entrenamiento matutino. Las flecciones y el trotamiento lideró la lista de actividades por realizar. Y así, trabajamos en parejas de dos. Afortunadamente, fue con Philipp porque necesitaba potenciar mi rapidez en la cancha, además de la marcación al oponente. Finalizamos con tiro libre y penales.
-Müller, tu turno. -me señaló Pep posicionando el balón en la posición exacta. Vamos Thomas, has hecho esto millones de veces, está prohibido fallar.
Sonó el silbato, troté antes de patear y pude derrotar a Manuel en la portería. Sonreí y le ofrecí una mano para que él se levantara del grass.
-Bien hecho, Thom. Casi nunca fallas. -me felicitó Neuer.
Después de cuatro horas de arduo trabajo físico, era hora de partir a casa. Tomé una ducha refrescante así que pude sentirme relajado al igual que mis compañeros. Caminé hacia el casillero donde se hallaban mis cosas cuando Manuel junto a Toni y Mario me llaman.
-Haremos una pequeño festín con parrillada y jugaremos Fifa. ¿Te apuntas? -comenzó Manuel.
-Por supuesto. ¿Cuando?
-Mañana en la casa de Neuer. -agrega Mario. -Si quieres, puedes traer a la chica linda.
Lo fulminé con la mirada. -Es mía.
-Vale, vale pero solo decía.
-Bueno, ahí estaré con mi chica. Los veo luego. -nos despedimos los cuatro con un apretón de manos y unas cuantas palmadas en la espalda. Vuelvo a recoger mis cosas tras la conversación pasada. Estoy seguro que ella aceptará la propuesta y disfrutará de la partida. Sí, ella juega Fifa y no solo eso, se sabe los trucos para hacer campeonar al Bayern en la Champions o que Alemania gane el Mundial. Toda una caja de sorpresa esta hecha Angie Schwarz.
Mi celular vibra en mi bolsillo izquierdo ante la llamada de ella, mi mujer.
-¿Cómo estás preciosa?
-Muy bien ahora que acabo de escucharte. ¿Y tú, corazón?
Esos cumplidos son capaces de darme un paro cardiaco. Ella lo sabe.
-Extrañandote mucho. ¿Estás ocupada?
-No. ¿Por qué? -escuchó su respiración agitada.
-Un momento. ¿Qué haces?
-Corriendo. Supongo que tú manejando. -ríe. -Te ves precioso con tu cabello humedo despeinado. ¿Has estado entrenando y no me has avisado? Malo.
Quedo estupefacto e instantáneamente veo a mi Angie con ropa exclusiva para correr. Sudada y algo despeinada pero sigue igual de hermosa como siempre.
Sin colgar la llamada, le grito "¡Pero que hermosa mujer la que hay ante mis ojos!". Se da la vuelta sonrojada mirándome con un intento de fruncirme el ceño pero no lo consigue. Estaciono mi auto a su costado para luego abrirle la puerta del co-piloto. Sonríe y me besa delicadamente, yo no me resisto respondiendo a sus labios y saboreandolos con dulzura. Extrañaba esta sensación por encima de todas las cosas.

I Still Love You [Thomas Müller]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora