Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T2)

Búsqueda

JUNGKOOK

No sabía que decir.

Para empezar, no sabía demasiado sobre la madre de Mari, además de que era sobreprotectora con su hija y que las dos no se llevaban muy bien.

Después de todo, esa fue la razón por la que Mari escapó de casa en primer lugar. Así que, de una manera extraña e inadvertida, supongo que tenía que agradecer a la señora Michaels que me presentará a mi compañera.

Pero eso no significaba que aprobara que mi Luna su propia salud mental y emocional sólo para obtener algunas respuestas. Podríamos abordar la situación de Vulpes como un equipo.

Mariana había cortado su relación con su madre por una razón.

Si volvía a casa, ¿que pasaría si su madre intentara en cerrarla de nuevo? ¿Está vez con más cuidado y seguridad? ¿Y si Mari se arriesgaba a entrar y no salir de ella nunca?

El miedo por mi compañera recorrió mi corazón. No podía dejar que eso sucediera.

—¿Te refieres a la madre con la que no has hablado en meses? —pregunté, con la incredulidad aún audible en mi voz.

—La única —respondió Mari con tono burlón— sí, será incómodo, y probablemente horrible, pero puede ser la única fuente de información posible con mi tía. Mi madre nunca tuvo hermanas, así que ella y Jodie se hicieron muy amigas.

—Ella no puede ser la única fuente de información, Mari.

—Bueno, no es que podamos interrogar a mi padre, ¿verdad?

Eso me hizo callar.

Mari raramente sacaba a relucir la muerte de su padre si no era necesario. Pero debido a todas las noticias recientes sobre su tía, había tenido que afrontarlo más a menudo de lo habitual.

Mari volvió a bajar la cabeza sobre la almohada, animando e a hacer lo mismo. Me acerqué a la mesita de noche, apagué la luz y me acosté frente a ella.

Continuó:

—Al menos, es mi única pista hasta que pueda encontrar a Jodie yo misma, para lo cual mi madre también puede tener pistas. Todo lo que necesito es la primera pista.

¿Una pista?

¿Qué demonios estaba tramando en esa imaginación hiperactiva? ¿Las lupas y los acertijos codificados? ¿Una búsqueda paso a paso que nos llevara directamente a su tía desaparecida? ¿Sin máscaras, con el mal al descubierto y con el castillo cerrado?

—¿Una pista? —me hice eco— ¿una pista? Mari, esta no es una historia de misterio sacada de un libro de bolsillo.

—Ya lo se. Es más bien una búsqueda.

—¿Una búsqueda? —dije, sin poder resistirme a repetirlo de nuevo. Necesitaba escuchar las ridículas palabras que salían de su boca. Siempre tan romántica y ambiciosa.

Rara vez es lógico o práctico.

Estábamos solo a unos centímetros de distancia, pero empecé a hablar más fuerte, mi tono de voz subía con mi insistencia.

—¿Que crees que es esto, El Señor de los Anillos? —solté un chasquido— ¡Tampoco vivimos en una puta saga de fantasía! Ahora mismo la situación es realmente mortal. Tú especialmente estas en peligro. Quiero decir, demonios, Mariana, ¡eres lo que quieren!

—Para que no me maten —replicó ella.

—Hay torturas mucho peores la la muerte fácil. Tú lo sabes mejor que nadie.