Mordida Por El Alfa (Jeon Jungkook) (T2)

Sometido

JODIE

—¡Alto! ¿Quién está ahí? —ladró agresivamente Beta Carl cuando salí del pasillo a la gran sala del trono.

Era la hora más oscura de la noche.

A esta hora, debería estar en la cama.

Pero mi mente estaba inquieta.

—¿Amenazar a tu Alfa, Beta? Que gran error de tu parte —me reí por lo bajo.

—Mis disculpas, Alfa —dijo Beta Carl con un chasquido—. Está muy oscuro. No te había reconocido.

Salí al único rayo de luna que atravesaba el edificio rocoso de la sala del trono.

—Eso está muy bien, Beta Carl. Sirves bien en tu puesto de centinela. Siempre alerta. Agresivo —respondí.

—¿Qué haces despierta tan tarde, mi Alfa? —preguntó.

—Contemplando, Beta. Sólo contemplando —dije, tomando asiento en mi trono.

—Muy bien, Alfa Jodie. Te dejaré con ello.

Mi joven y fornido Beta se dio la vuelta para marcharse.

—De todas formas, Carl, por favor, quédate. Me vendría bien una buena caja de resonancia a estas horas.

Se dio la vuelta y regreso a mi lado.

—Todo se a puesto en marcha, Beta —dije con una sonrisa de orgullo en mi rostro—. Mariana ya ha empezado a hacer excelentes progresos en sus estudios. Es fuerte. Pronto sus poderes superaran los míos. Matheius estará encantado.

—Todo eso está muy bien, mi Alfa —dijo Carl, rígido en la atención.

—Por favor, Beta Carl, ¡relájate! Estás muy tenso.

—Siento desagradarte —dijo solemnemente.

—No me disgusta —me reí—. Pero sí me confunde. Te he visto en el campo. Te he visto con tus enemigos. Tienes un aire tan perverso. Maravillosamente perverso. Por eso te hice mi Beta.

—Sí, Alfa —asintió.

—¿Entonces por qué demonios es que conmigo eres tan frío? —me acerqué y comencé a acariciar su brazo.

Su brazo grande y fuerte.

Con cicatrices y venas, era verdaderamente de hombre.

Un hombre que se había hecho algo de daño con él, también.

Continué:

—Por qué... A veces parece que consideras a tu desventurada pureza con mayor calidez que a mí. Yo, quien reconoció tus talentos y te dio un lugar para usarlos. Me confunde.

—Lo siento si te desagrada, Alfa —gruñó.

—¡Dios mío! ¿No sabes cómo mantener una conversación, Beta? Quiero decir, ¡no estoy hablando contigo de forma oficial ahora mismo! ¡Abre la boca! Di algo por una vez.