6:00 pm

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El chico se encontraba en su sitio favorito en la escuela, detrás de él el gran reloj de la escuela mostraba las 5:30 pm, las clases ya habían terminado, y los estudiantes estaban en sus clubs o apenas salían de sus actividades extracurriculares, Ray miraba hacia el campo, entretenido con la gente pasar. ¿cómo podía un chico sin apego al mundo estar pasando por esta situación?, él no lo sabía, y solo estaba allí por curiosidad, en su casillero encontró una carta de una chica diciéndole que lo esperaba al final del día aquí.

Aun así, no importaba lo que le dijera aquella chica, él pasaría de ella, no tenía lazos con nadie ni los quería, solo estaba pasando sus días hasta que el día de su muerte llegará.

Porque si, Ray quería morir, desde hace un tiempo, ¿por qué no lo hacía?, ni él lo sabía, pero cada día lo deseaba más, quizás solo era por su mascota que era su único apego terrenal por el que aguantaba, pero algún día aquella mascota moriría, y Ray podría por fin decir que ya nada lo ataba al mundo.

El ruido de la chica llamó su atención, se dio la vuelta, y vio a entrar a la chica por la puerta de la azotea, lo cual lo sorprendió bastante, en algún momento pensó que sería una broma, pero ella no bromearía así con él, ni con nadie.

─Gracias por venir ─ Ray vio su sonrisa tímida asomarse por su rostro, mientras Emma se acercaba.

─No es nada ─ Su voz musitante la hizo acercarse más, Ray no entendía como la chica más alegre y popular que conociera estuviera allí.

Emma era amable, extremadamente amable, ¿ por qué le pidió venir?, no lo entendía, quizás en esta escuela, ella sería la única persona que se preocuparía por él, Ray estaba seguro que quizás ella lamentaría su muerte si llegará en algún momento.

Vio a la chica al rostro, quien lucía algo nerviosa, ella se sonrojó levemente, tomando un poco de aire, estaba bastante alterada por lo que fuera que le diría.

─Yo solo... quería... ─ Ray vio los movimientos de sus dedos, tal inquietud solo demostraba más su nerviosismo, lo cual lo confundía bastante ─ quería decirte que me gustas mucho ─ Finalmente ella confesó, lo cual lo confundió aun más.

¿cómo podría ser posible eso?, ni siquiera se conocían bien, ni se hablaban tanto, solo lo necesario en clases.

─¿Quieres salir conmigo? ─ Ella se lo pidió mirándole a los ojos, aquellos ojos verdes, vivaces, resplandecientes y totalmente cautivantes.

Ray solo volteó su cabeza algo confundido.

─¿gustarte? ─ él solo preguntó, mientras la chica se estremecía─ ¿por qué te gustaría? ─ Su voz susurrante fue escuchada por ella, la vio temblar, y casi llorar de la vergüenza.

Mentiría si dijera que eso no movió su corazón helado ni un poco.

─No lo sé con exactitud, pero quisiera conocerte más... ─ Ella siguió hablando, tratando de justificarse ─ debe ser raro, ¿no?, apenas y hablamos, pero aun así me gustas... ─ Emma rasco su cabeza, sintiéndose torpe, y quizás lo estaba siendo.

─Uhm... entiendo ─ Ray mintió, no lo entendía, pero de todas maneras la respuesta para él era clara ─ Yo... ─ Sintió algo de nervios al hablar, nunca había rechazado a nadie, y le daba un poco de pena rechazar a alguien tan amable como Emma... pero...

─¡Espera! ─ Emma solo extendió sus manos, negando ─ no estoy preparada ─ Ella solo bajo sus cabeza, quizás entendió sus intenciones.

Ray se quedó en silencio sin saber que hacer, viendo como la chica estaba al borde de las lágrimas, con sus mejillas rojas, tratando de no llorar delante de él, aun así, su expresión no cambio.

I just wanna disappearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora