Duelo

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Ray no entendía que sería lo interesante de ser un fantasma, Emma caminaba por el salón de clase, mientras los observaba a todos, a veces le hacía muecas al profesor, respondía a las preguntas a pesar de que no la escuchará, trataba de jugarle bromas a sus compañeros, pero solo él podía verla. Ray salió al descanso, mientras comía el almuerzo preparado por él mismo, y de repente, apareció Emma en la azotea.

─¡Ray!- Ella lloriqueó, mientras se sentaba a su lado ─ Norman esta muy triste ─ Emma le comentó mientras se veía realmente afectada.

─Eso es normal ─ Emma asintió ─ ¿No era tu mejor amigo? ─ Ella volvió a asentir ─ Entonces obviamente esta dolido por tu muerte, ya se le pasará ─ Ella volvió a asentir con una cara lastimosa.

─¿No podría hacer algo para reconfortarlo? ─ Emma cuestionó, mientras pensaba y pensaba.

─ A menos de que te le aparezcas, creo que no ─ Ray siguió comiendo su almuerzo.

─Me preocupa, Norman no confía en mucha gente, y no tiene muchos amigos ─ Ray la miró de reojo.

─Pero si es el señor popularidad, siempre esta rodeado de gente ─ La chica negó con su cabeza.

─Puedes estar rodeado de gente, pero también puedes estar solo, es un tipo de soledad diferente ─ Emma le explicó, pacientemente ─ Para él, la gente que le rodea no son amigos, solo conocidos ─ Ella siguió explicándolo, como si le interesará la vida del tal Norman.

─Entonces, necesita de otro amigo ─ Ray estiró su cuerpo, mientras trataba de alejar el sueño que venía después de comer.

Y debido a sus palabras, a Emma le brillaron los ojos.

─Esa es una excelente idea─ Ella exclamó, mientras lo veía directamente, Ray se puso incomodo por la forma en que lo miraba.

─Bien... ─ Ray retrocedió un paso, mientras ella le seguía ─ Espero que consiga uno ─

─Ray ─ Ella le llamó con voz melosa, haciendo que su cuerpo temblará ─¿ Te gustaría ser el nuevo amigo de Norman? ─ Ray abrió un poco más sus ojos.

¿Ser amigo de Norman?, eso era inasible, ambos eran tan opuestos, Norman era alguien amable, que siempre sonreía, sabía como tratar a la gente, asumía responsabilidades, era sociable, y todo el mundo lo admiraba.

En cambio él... solo era Ray.

─Pienso que ambos se llevarían bien ─ Ray solo negó con la cabeza.

─No, eso es imposible ─ Ray se alejó bastante de ella, como si quemará.

─Claro que no lo es, Ray es muy inteligente y ambos se parecen ─ Aquella afirmación le dio asco a Ray.

─¡No nos parecemos en nada! ─ Ray se molestó por eso.

─Vamos Ray ─ Emma lo persiguió, mientras Ray salía huyendo de la azotea.

El chico no corrió, pero por los pasillos trato de ignorar la voz de Emma, quien le llamaba por su nombre incansablemente.

─Tú también estás solo, Ray ─ Emma lo seguía a paso apresurado, pero el chico solo negaba con la cabeza, sin hablarle, pensando en que podría convencerlo ─ Sería bueno, si tuvieras un amigo ─ Ella había comenzado con su discurso, el cual trato de ignorar.

Pero él no necesitaba amigos, no quería crear lazos, él no quería dejar nada que lamentar, estaba solo, y quería seguir solo.

Ray entró en su salón de clases, abriendo la puerta de repente, pero se sorprendió al encontrar a una chica sentada en la silla de Emma, ella lloraba en su escritorio, a ambos le sorprendió la presencia del otro, la chica solo se levantó, mientras corría a un lado suyo.

─Gilda también está triste ─ Oyó el susurró de Emma, a sus espaldas, mirando a la chica que huyó de la escena.

Ray no dijo nada, entró al salón, mirando el asiento de Emma.

─¿No lo entiendes? ─ Susurró a su lado ─ Tú eres irremplazable, Emma ─ Él le contestó, haciendo que ella estuviera sorprendida ─ El hueco que dejaste, no puede ser llenado, solo el tiempo les va a anestesiar el dolor ─ Emma miró su asiento, sin saber que sentir.

─Aún así... si pudiera hacer algo ─ Emma se sentó en su silla.

El timbre sonó, y los estudiantes no tardaron en llegar, Emma fue ignorada otra vez por todos.

La clase siguió transcurriendo con total normalidad, hasta que el día acabó, Ray empacó sus cosas, y cuando se iba a ir, notó la presencia de Gilda, quien le miraba con tristeza.

─Uhm.. yo ─ La chica susurró, captando su interés.

─¿Si? ─

─Lo de esta tarde... ¿Podrías no decírselo a nadie? ─ Ella le pidió, mientras Ray la observaba.

─Esta bien, si eso te complace ─ Ray tomó su maleta, caminando para salir del salón, pero antes de irse, se volteó a mirarla ─ Pero de todas maneras, esta bien llorar ─ Gilda le observó, sin decir absolutamente ─ Emma es tu amiga, y ella te ama mucho, seguramente ella aprecia la forma en que piensas en ella ─

─¿De verdad lo crees? ─ Gilda solo sonrió incomoda ─ A Emma no le gustaba ver a nadie triste, sé que debería recordar los momentos felices... pero yo ... no puedo evitar llorar ─

─Gilda... ─ Ray seguía oyendo la voz de Emma que oía en silencio, y miraba a su amiga con una cara lastimera.

─ Es normal, alguien que te hacía feliz se ha ido, aceptar eso es muy duro, sé que te va a costar al principio, pero algún día podrás sonreír de nuevo ─ Ray le aseguró ─ Y Emma estará contenta cuando lo hagas ─ Ray notó como la chica lloraba de nuevo, mientras escondía las lágrimas entre sus manos, pudo ver como los estudiantes iban por el corredor, y para evitar que la vieran, cerró la puerta y obstruyó la ventana.

Pudo ver a Emma acercarse hasta él, mientras le sonreía cálidamente.

─Lo sabía, Ray es muy amable ─ Ella se ganó una mirada retadora al espectro.

Ray no dijo nada, solo esperó pacientemente, hasta que Gilda dejo de llorar.

─Gracias ─ Le susurró ella, mientras lo dejaba en el salón solo.


I just wanna disappearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora