♠ La calma antes de... ♠

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Las cosas cambiaron un poco desde que Kimi se fue a vivir con Taiju. Generalmente lo veía solo por las noches, puesto que él salía muy temprano a sus negocios. Ella continuaba trabajando en la tiendita.

Una de aquellas tardes-noche, precisamente el veintitrés de diciembre, Taiju fue a buscar a Kimi al trabajo. Como había otros vehículos en frente del negocio, tuvo que estacionar varios metros más allá, pero desde ese lugar podía ver la entrada de la tienda.

Si bien Taiju era un hombre muy, muy ocupado, el hecho de haber tenido un entrenamiento militar desde niño, siempre le hacía estar alerta a cualquier situación externa, incluso si estaba muy concentrado haciendo algo. Fue lo que pasó aquella tarde. Estaba Conversando por teléfono con uno de sus socios, dentro de su auto, mientras miraba todo a su alrededor. Como los vidrios de su auto eran polarizados era difícil saber si había alguien dentro del auto si se le miraba por detrás o por los costados, pero él veía perfectamente hacia afuera. Vio entonces pasar a un hombre por la vereda del lado de la tienda. Le llamó la atención no tan solo que fuera muy alto, sino también, porque tenía en su mano izquierda, la que él podía ver, un tatuaje que decía «Crimen». Lo reconoció de inmediato y lo siguió con la mirada un momento. En una de las calles pequeñas que colindaba con la avenida, antes de llegar al local de Rem, vio a otro tipo, un poco más bajo que el primero, los dos se reunieron. El más delgado miró hacia todos lados, mientras el de menor estatura se asomaba en la esquina y echaba un vistazo hacia el local. Luego el flaco le dio algo al más bajo, era como una bolsa negra, pero se la entregó aplastada, como un paquete. Taiju reconoció al segundo hombre y llamó a Kimi a su celular, pero ella no contestó. Marcó una segunda vez...

—Contesta, pequeña... —dijo para sí, sin perder de vista a los dos tipos que parecían esperar algo. Kimi contestó.

—¡Taiju! ¿Llegaste? Saldré en cinco minutos.

—¡No! No salgas aún... no salgas hasta que yo vaya por ti.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—Me parece que tu ex amiguito Yzumi trama algo contra ti y no anda solo.

—¿Qué? —Kimi se asustó y miró a Rem, mientras éste cerraba la caja.

—¿Hay alguna posibilidad de que salgas por la calle de atrás?

—Sí... la cocina tiene una salida a un callejón que da a la otra avenida.

—¿A la avenida Este?

—Sí.

—Bien, quédate adentro por mientras, y dile a Rem que llame a la policía y les diga que sospecha que andan unos tipos extraños merodeando su negocio.

—Llamo yo a la policía.

—No, dile a Rem, él es el dueño del negocio. Te voy a llamar en un momento para que salgas por la puerta de atrás.

—Está bien. —Kimi cortó y fue a decirle a Rem lo que sucedía. El joven, confiaba plenamente en la palabra de Kimi y como era amigo de Manjiro, sabía que algo así podía suceder en cualquier momento, así que hizo lo que la mujer le pidió y además sacó un arma con silenciador que tenía escondida debajo de la caja registradora, en caso de cualquier eventualidad. 

Taiju sacó su auto de ahí y pasó cerca de la esquina aquella. Detuvo su vehículo por el lado de los dos hombres y bajó el vidrio de la ventana de su lado. Los miró con una sonrisa irónica. 

Taiju Shiba - Donde mis ojos te veanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora