En donde Jade ha tenido una vida difícil, se acostumbró a la soledad y a no querer molestar a alguien; sabe que cunado le das confianza a alguien, esta persona te dañara en cuanto tenga la posibilidad.
Y en donde Emmett no quiere dejar sola a Jade e...
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Era mi segunda semana en este pequeño pueblo, estábamos a nada de cumplir un mes que habíamos enterrado a ese hombre; independientemente de que estaba consiente de su muerte, no podía oír un ruido fuerte porque de inmediato pensaba que era él y su estúpida arma.
La única desgracia era que el cáncer me había quitado la oportunidad de ser yo quien acabara con su vida.
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- Jade!! -Escuche a mi mamá gritar desde el piso de abajo- Ya me iré a la estación, suerte en tu primer día!!!
- Mire por la ventana para despedirme- Cuídate mamá, nos vemos para la cena...
Termine de preparar mi bolso para el instituto, baje al comedor, tome un paquete de galletas si subí al auto que me había conseguido mi mamá antes de llegar a esta ciudad; al salir subí al auto dejando el bolso en el asiento del copiloto.
Conduje hasta el instituto de Forks, faltaban 20 minutos para el inicio de clases, es una buena hora, me estacione junto a una camioneta roja y baje; iba comiendo mis galletas al entrar al edificio, hasta que me tope con un chico de cabello negro y lentes.
- Hey eres la otra nueva, ¿cierto? Es realmente extraño que tenemos a dos nuevas en el mismo día... -detuve mi camino para verlo, termine de comer mi galleta- Yo soy Eric Yorkie
- Supongo que sí es raro -saque la última galleta de chocolate del paquete- yo soy Jade, un gusto, pero... voy tarde, permiso
Le di una sonrisa bastante fingida, mordí la galleta y pase a un lado de él; si no fuera porque acompañe a mamá al momento de dejar la papelería le hubiera tenido que pedir indicaciones a ese chico para llegar a la oficina; por lo mínimo ya tenía mi horario.
Al ser mi primera clase en el gimnasio fui a los vestidores pidiéndole indicaciones a una chica que llevaba el uniforme, al entrar me cambie por un pantalón de chándal y una blusa de tirantes para estar cómoda.
Entre al gimnasio, ya estaba la mayoría de personas llenando el lugar, me sentía un tanto incómoda al verme la mayoría; quizá por nueva, por no llevar el uniforme o simplemente porque la mayoría de chicas de mi complexión usaban grandes sudaderas para disimular su físico... y gracias a esto cumplieron su misión, desate la sudadera que tenía a la cadera y me la puse.
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Hola, espero que les guste la historia actualizo lento, pero estoy tratando de siempre tener algo fresco en las diversas historias que tengo<3
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