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2 de Enero, 2020.


JungHyuk POV.

Tengo hambre, sed y estoy más sudado que pavo en vísperas navideñas.

Cosas de todos los días como trainee, se pueden imaginar.

-Dios santo... -murmuré apenas sintiendo los músculos de mis piernas. Me tiré en el suelo, con el cansancio haciendo estragos en mi cuerpo y apoyé mi espalda en la pared tras de mí, cerrando los ojos para poder dejar de sentir la resequedad en ellos por unos segundos al menos.

Nuestro instructor de baile se la ha pasado todo el mes diciéndome que a comparación de mis compañeros, estoy realmente atrasado en cuanto a técnica de danza se habla. En otras palabras, que soy un frácaso total en el baile y que, más que tener dos pies izquierdos, parezco simplemente no tener pies.

Eso fue justo a mi ego, he de decir.

Así que por eso, decidí venir más temprano de lo acostumbrado a entrenar mis debilidades para que dejen de ser eso.

Pero, hacerlo sin desayunar antes tal vez no fue la mejor de mis ideas.

El sonido de la puerta abrirse me hizo salir de mis pensamientos por un rato y abrir mis ojos para voltear hacía ella. Una cabellera rubía corta inconfundible se asomó por la puerta y se sobresaltó al verme allí.

-joda, solo eres tú -alcé una ceja por su comentario y Axel sonrió nerviosamente, traía una mochila en su espalda que estaba levemente abierta y además se veía algo abultada -. Perdón, chamo, es que creí qué era algún instructor.

Asentí y continué viendo su mochila con curiosidad; pude jurar que la vi moverse.

¿Tanto entrenamiento me está haciendo alucinar?

No, estoy seguro que acaba de volver a moverse.

-Ax, creo que tu mochila se está... -entonces, escuché un ladrido bastante chillón, como de cachorro, salir de allí seguido de otro.

Oh, ya sé que está pasando.

Axel caminó rápidamente hacía mi y se agachó, quitandose la mochila de la espalda y colocandola frente a nosotros. De la pequeña abertura del bolso salió una cabecita afelpada y rubia, y después de ella, salió una con cortos cabellos azabaches más animada y con las orejas bien paraditas.

Nani?

-¿¡Trajiste a Kirishima y a Bakugo a la empresa?! -murmuré alterado al ver a los dos cachorros asomarse un tanto confundidos por el lugar desconocido en el que se encontraban.

Y si, los cachorros de Axel se llaman Bakugo Katsuki y Kirishima Eijirou.

Culpen al otaku.

Kirishima y Bakugo son dos pequeños cachorros de Doberman y Golden Retriever respectivamente, de apenas dos meses. Hace medio mes que se los regalaron a Axel y básicamente se convirtieron en sus hijos, extrañamente los ha cuidado bastante bien.

¿Y nosotros?

Nosotros somos los tíos ricos.

Niña venezolana  ➤ Yeonjun, Soobin ꒰txtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora