Capítulo 6

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Salimos de la ciudad hace un par de horas

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Salimos de la ciudad hace un par de horas. El resto del camino ha sido mucho más ameno que antes porque ahora hemos conversado mucho más. Yo suelo ser muy preguntona y de él quiero saber muchas cosas así que le he sacado toda la información posible.

Hemos hablado sobre su vida cuando recién llegó a San Francisco, sobre su trabajo en el hospital y sí, también hablamos sobre su familia. No me sorprende saber que conoció a alguien más y formó un hogar con ella. Él tenía todo el derecho de hacerlo. Lo que me parece irónico es que él tiene un hijo, pero no es suyo. No pudo criarme a mí que soy su hija de sangre, pero sí se hizo cargo de alguien que no lo es.

Qué cosas tiene la vida, ¿no?

Según me dijo conoció a su actual esposa en el hospital, el día que ella ingresó de emergencia tras haber sufrido un accidente de auto donde perdió a su pareja. Ella y su hijo estaban gravemente heridos y prácticamente, Nicholas les salvó la vida a ambos.

El proceso de recuperación fue largo. Sobre todo para ella. Tardó casi dos meses en salir del hospital y mientras tanto, Nicholas y una enfermera estaban al pendiente del pequeño que en aquel entonces tenía dos años. El pequeño se encariñó mucho con él y por eso cuando todo pasó, los tres siguieron en comunicación. Se hicieron amigos y algún tiempo después, ella y él se hicieron pareja. Él se hizo cargo del pequeño desde entonces. Ahora ya tiene veinte años y aunque saben que no llevan la misma sangre, ellos se quieren como padre e hijo.

La historia me parece como sacada de una película.

Su esposa se llama Caroline, es diseñadora y trabaja en una revista de modas local. Su hijo se llama Alexander y está cursando su segundo año de universidad. Ya llevan muchos años juntos como familia y al parecer son una muy feliz.

Siento mucha envidia, la verdad, porque yo también soñaba con una familia feliz pero al destino le encanta jugar chueco. Ahora veo que me quitó a mi papá para ponérselo a un desconocido, y ahora vuelve y nos junta para que convivamos todos. Admito que no sé ni cómo sentirme al respecto. Es decir, ¿ahora tendré madrastra y un hermanastro?

Solo espero llevarme bien con ellos.

—Es mucha información para procesar, ¿verdad? —dice viéndome durante una fracción de segundo antes de devolver la mirada al frente.

—A decir verdad, sí. —Me muerdo la uña del dedo pulgar—. ¿Y ellos ya saben todo esto que está pasando?

Él asiente sin verme.

—Así es.

—¿Y están de acuerdo con que viva con ustedes?

—Por supuesto que sí. Incluso están ansiosos por conocerte.

No sé por qué comienzo a sentir un nudo extraño en el estómago y prefiero no comentar nada más. Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que él lo vuelve a interrumpir.

La apuesta perfecta [+18]  [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora