Capítulo 8

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Son las 10:17am

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Son las 10:17am. Voy con Caroline en su auto de camino a casa. Tal como ella lo dijo ayer, fuimos al centro comercial a hacer un par de compras —según ella—, porque en realidad yo siento que compramos demasiado.

Estuvimos por todo el centro comercial dando vueltas de un lado a otro y hasta perdí la cuenta de cuantas tiendas visitamos. Me parece que Caroline es una compradora compulsiva. Me costó mucho trabajo convencerla de que yo no necesitaba tanta ropa ni zapatos, y aun así el maletero del coche viene lleno de bolsas de comprados.

Yo vengo distraída viendo hacia la ventana mientras ella habla con alguien por teléfono. Sin duda hablan de trabajo ya que menciona algo sobre una nueva colección de ropa y la presentación y las modelos. Su trabajo se escucha interesante.

Al cabo de unos minutos cuelga la llamada.

—Amelie, ¿crees que puedas estar sola en casa por un par de horas? —Me mira durante una fracción de segundo—. Es que debo atender unos asuntos en el trabajo.

—No hay problema. En casa ya estaba acostumbrada a estar sola.

Las palabras escapan de mi boca antes que pueda detenerlas.

Me doy cuenta de la expresión de pena que adopta su rostro; sin embargo no hace ningún comentario al respecto.

—Alex salió no sé a dónde, pero voy a llamarle para que regrese lo más pronto posible, ¿de acuerdo?

—Sí. Por mí no hay problema. Si no le da desconfianza dejarme sola.

Sus ojos viajan a mí durante algunos segundos solo para dedicarme una mirada desaprobatoria.

—En primer lugar, tutéame, y en segundo lugar, por ningún motivo sentiría desconfianza. No pienses eso.

Le ofrezco una pequeña sonrisa.

—Lo siento.

—Es tu casa ahora y puedes tomarte la libertad de lo que quieras. Puedes ver televisión o escuchar música o leer. En la primera planta hay tres habitaciones más. Una de ellas es una sala de estudio. Puedes encontrar un par de libros ahí. —Me mira de nuevo, sonriendo—. O si lo prefieres puedes darte un chapuzón en la alberca.

Omito comentarle que no sé nadar, así que me limito a decir:

—Encontraré algo en qué distraerme.

—¿Tienes teléfono? —Yo asiento—. Guarda mi número en tus contactos. Por cualquier cosa no dudes en enviarme un mensaje o llamarme. Yo estaré pendiente.

Saco mi teléfono del bolsillo del jeans y guardo su número cuando me lo dicta. Minutos después llegamos a la casa. Ella me ayuda a bajar todas las bolsas, las dejamos sobre los sillones en la sala y luego se marcha a toda prisa no sin antes recalcarme que tendrá su teléfono cerca todo el tiempo y que le llame si necesito algo.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2022 ⏰

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