Insegura y nerviosa entro en la casa y me quedo tan sorprendida como cuando vi el exterior. Me recibe una bonita sala de colores cálidos donde predominan el verde suave y el blanco. El espacio es amplio. Hay cuadros decorativos del tipo abstracto adornando las paredes, un juego de sillones gris oscuro, parece que son de terciopelo. Hay una mesita de madera al centro y sobre ella un hermoso jarrón con flores naturales.
No quiero verme demasiado curiosa así que no examino demasiado el lugar. Justo cuando Nicholas cierra la puerta principal, una mujer aparece del otro lado de la sala de una puerta que seguramente es la de la cocina.
—Por fin llegaron —dice sonriente en cuanto nos ve.
Es una mujer muy bella y elegante. Se parece muchísimo a Alex. Cabello color caramelo, tez blanca y ojos color claros. Es alta y su cuerpo esbelto. Se le nota la clase y esto que va vestida con un conjunto de falda larga y blusa sencillas, y encima lleva un mandil celeste que tiene varias manchas de comida.
Nicholas se adelanta un poco para saludarla dándole un pequeño beso en los labios y no sé por qué la escena me incomoda un poco.
—Ya me tenían preocupada —dice una vez se aleja y entonces su atención se posa en mí—. Y tú debes ser Amelie.
Un asentimiento es mi respuesta. Una radiante sonrisa se apodera de sus labios y entonces se acerca a mí, y me toma por sorpresa cuando me abraza.
—No sabes lo emocionada que estaba por conocerte y lo digo en serio. Me da gusto que estés aquí.
—G-Gracias —siseo.
—Yo soy Caroline —dice cuando me suelta—. Perdona las fachas en las que me encuentras, pero estaba cocinando un poco.
Le ofrezco una sonrisa tímida.
—No hay problema.
Sigue sonriéndome y de pronto me doy cuenta cómo mira a Nicholas y a mí de hito en hito. Ah. Ya sé.
—Oh, vaya. Tengo que decirlo. Amelie es una réplica tuya, Nic.
—¿En serio? No lo había notado —responde él con sarcasmo y me provoca sonreír.
—Sí que lo es —continúa ella—. Es tan idéntica. Tiene todo de ti, excepto el color de ojos. Por cierto, qué bonitos son. —Se inclina un poco a mí para verlos muy de cerca—. Color miel. Muy bonitos.
—Gracias —murmuro en voz baja.
—Mamá, dale espacio —dice Alex a mis espaldas y ella se aparta de inmediato.
—Ay, perdón. Soy muy confianzuda a veces.
—Bueno creo que ya acabaron las presentaciones —Alex toma la palabra de nuevo—. Tal vez deberíamos dejar que ella se instale antes de que cenemos.
—Tienes razón —responde Nicholas—. ¿Cuál habitación será la suya?
—Yo pensaba que la segunda a la derecha —responde Caroline.
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La apuesta perfecta [+18] [PAUSADA]
Teen FictionCuando de apostar se trata, perder, no es una opción, y Amelie lo tiene muy claro. Sobre todo cuando la apuesta es respecto al chico que dice odiar. Por ningún motivo quiere dejar que se salga con la suya. Él es arrogante, tosco, mujeriego, insopor...