Soledad y muerte

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Primer acto
Miedo

¡Me siento encerrada!
Como si de una prisión se tratase,
¡Hay caos por todas partes!
Esto es agobiante.

Todos mueren;
la profecía no estaba errada.
Se trata de un dominó,
uno cae y todos le siguen.

Escasea la comida,
el dinero se evapora.
¿Quizás sea el fin del mundo?
No, solo es una ilusión.

Segundo acto
Somos todos

Han fallecido los días,
aún no aprendo a estar encerrada,
pero, ¡hoy la libertad toca mi puerta!

Conforme avanzo logro ver muchas almas,
me mofo de su ingenuidad.
Ellas creen que jamás morirán,
si tan solo supieran que él ya las tomó.

Nunca sabremos qué es NO,
hasta puedo adornarle con EVITA.
Es un caso perdido,
somos ignorantes de todas formas.

Al final me di cuenta;
no somos ignorantes,
solo no sabemos acatar órdenes.
¡Cielo ayúdame!, otra vez quieren encerrarme.

Tercer acto
Libertad condicional

Veo la luz del día,
me han dejado salir.
Ahora puedo ver mi jardín,
mi triste jardín lleno de almas.

Almas inestables que se pierden gritando: ¡Detente!
¡Detente y aléjate o morirás!
Pero hay otras que están ahí diciendo: ¡Corre!
¡Corre que solo juegan contigo!

No sé a quién creer,
quienes piden que corra dijeron que no moriré.
Después, se convierten en las nubes grises que anuncian lluvia;
como si anhelaran mi obscuridad y mi muerte.

Mi mente dilata en el limbo,
creo que puedo encontrarla.
Sí, libertad siempre estuvo ahí,
ya no quiero seguir muerta y llena de soledad.


-Dedicado a la nueva normalidad post-pandemia.

Con asesoría de Isaí Martínez Anota.

Poesía de el cielo azul Donde viven las historias. Descúbrelo ahora