Epílogo

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Katherine Pierce sintió las llamas envolver su cuerpo y se deleitó con los gritos de dolor de Stefan Salvatore mientras el fuego los consumía a los dos

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Katherine Pierce sintió las llamas envolver su cuerpo y se deleitó con los gritos de dolor de Stefan Salvatore mientras el fuego los consumía a los dos.

Y de repente todo paró.

De repente dejó de sentir las llamas y el cuerpo del Salvatore presionado contra el suyo para sentir como si estuviera acostada en una nube.

Katherine podía sentir un cosquilleo en sus dedos y abrió los ojos solo para ver una neblina blanca alrededor de estos.

Movió la mano y la niebla se fue a los lados sin dejar de desaparecer.

Como pudo,se levantó solo para ver que la neblina se extendía hasta medio metro del suelo sin elevarse en ningún momento.

Encima de la morena se extendía un gran cielo azul con el sol brillando en este y no había ninguna nube a la vista.

Katherine miró el paisaje a su alrededor y lo distinguió al momento.

Ante ella se extendía una gran pradera llena de diferentes flores de varios tonos de colores,pero una destacaba entre todas.

Katherine avanzó hacia la flor morada que estaba encerrada en un atril de cristal.

La morena sonrió suavemente al recordar el dia en el que se único al amor de su vida en ese mismo sitio bajo la atenta mirada de todas las flores en el prado.

Miró su reflejo en el atril de cristal solo para ver que no llevaba la misma ropa que en el momento de su muerte.

La morena,por primera vez en mucho tiempo,llevaba un vestido completamente blanco que caía con gracia hasta tocar la hierba alrededor de sus pies desnudos.

Katerina se sentía ligera,libre,como si un gran peso se hubiera quitado de sus hombros.

Su cabello color chocolate caía en hondas en sus hombros y su piel brillaba como no lo había hecho en siglos.

Pasó las yemas de los dedos por el atril de cristal y siseo de dolor al cortarse con un trozo de este.

Miró con asombro como su herida no se curaba y como la sangre caía en hilos de esta tintando de rojo la hierba en sus pies.

Se dio cuenta de que ahora no tenía la superfuerza de vampiro y que tampoco salían venas debajo de sus ojos ni sus colmillos se desplegaban cuando ella lo intentaba.

Katherine Pierce había dejado de ser un vampiro.

Y por raro que parezca,no le importó.

Pero todo eso se disolvió al darse cuenta de que faltaba algo en la pradera.

Miró a todas lados y paseó por los kilómetros de hierba que se extendían alrededor solo para no encontrar lo que buscaba.

La tumba de Khalea había desaparecido.

No sabía como sentirse ante esto,pero antes de que pudiera procesarlo,el viento de repente empezó a agitarse con fuerza y Katherine se giró a ver que causaba esto.

Khalea Mikaelson se veía radiante.

Llevaba el pelo extendido por la espalda hasta la cintura y un vestido largo de color negro flotaba en la hierba mientras ella se acercaba a Katherine con la sonrisa más grande del mundo.

Katerina no pudo evitar pensar que se veía etérea mientras se paraba frente a ella y la miraba como si fuera la cosa más maravillosa en este mundo.

-Oh,mi dulce Katerina-dijo Khalea sonriendo mientras ponía una mano en su mejilla-Nos volvemos a encontrar después de todo este tiempo.

-Te he necesitado tanto Lea-dijo la morena mientras lagrimas salían de sus ojos y caían en las manos de la original.

Ante Khalea no estaba Katherine Pierce,la leyenda sobrenatural que disfrutaba de arruinar la vida a todas las personas que se cruzaban ante ella.

Estaba Katherine Mikaelson,la persona que estaba tan rota como cualquier otro integrante de la familia y que se había terminado de romper ante la perdida de su esposa.

-He estado a tu lado todo este tiempo Katerina,he seguido cada paso que dabas y he visto como aguantabas cada dia a pesar de todo el dolor,y eso es algo que poca gente consigue,así que puedes estar orgullosa.

-He hecho cosas horribles.

-Todos en esta vida hemos hecho cosas horribles,lo importante es porque lo hacemos y cómo afrontamos lo que hemos hecho,y yo creo que ellos habían hecho cosas peores que tú.

-Lo único importante ahora es que estamos juntas otra vez y no vamos a separarnos nunca más-dijo Khalea acariciando la mejilla de su esposa-Vamos a estar juntas por toda la eternidad Katerina,ya estas en casa.

-Estoy en casa-dijo la Petrova sonriendo para luego juntar sus labios con los de la morena.

Después de tanto tiempo,incluso los villanos a veces pueden encontrar su felices para siempre.

O a lo mejor simplemente nunca fueron villanos,si no personas que perdieron demasiado y se cansaron de luchar por un mundo que simplemente les había arrebatado todo.

Porque como bien dijo una persona una vez,la diferencia entre el bien y el mal depende de la persona que cuenta la historia.

Y aqui esta el final y juro que quiero llorar.

Simplemente me ha encantado este capitulo y ha quedado exactamente como yo quería.

Aquí cierro una historia que ha significado mucho para mi y que se que llevaré en mi corazon siempre.

Khalea Mikaelson es un parte de mi que nunca olvidaré y que para mi siempre sera uno de mis personajes favoritos.

Asi que gracias a todos los que habéis llegado aquí y habéis votado y comentado con esta historia.

Vuestros comentarios me hacían feliz al saber que a la gente de verdad le gustaba lo que escribía asi que gracias.

Como supongo que ya sabeis,esta historia tiene una continuacion en mi perfil en la que los protagonistas son Klaus y Elizabeth y su historia,por si quereis mirarla.

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