Cap 7

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Se que muchas veces podemos aparentar ser fuertes cuando estamos rotos por dentro, nadie se salva de esto, es un sentimiento que puede apoderarse de nosotros en el momento menos esperado, no importa la edad, la forma en la cual te criaron, no importa nada cuando aquel sentimiento de tristeza te  abunda. 

La noche cubría con su oscuro manto todo el pueblo de Encanto, las estrellas brillaban junto a la luna dando un espectáculo que solo era observado por las criaturas nocturnas, o eso se creía, pues fuera de lo cual era la gran casa Madrigal se encontraban cuatro niños observando  el cielo, tratando de pensar de forma correcta para poder realizar un plan o al menos alguna idea para poder conocer un poco a su progenitor antes de que fuera hora de irse de aquel colorido pueblo.

Camila: Y si le decimos...

Tres pares de ojos se posaron sobre ella.

Manolo: Estás loca

Manolo puso sus brazos como almohada y se recostó en el suelo, observando fijamente a la luna.

Amber: Adam por favor deja de ocultarte entre las sombras

La joven pelirroja trataba de hacer que su hermanito saliera de su escondite pero este tenía mucho miedo como para dejar de usar su don  o salir a la luz.

Amber: Fantástico...

La niña tomo asiento en el suelo abrazado sus piernas, se suponía que ella era la responsable pero en ese momento no tenía ninguna respuesta, no sabía como actuar y eso le frustraba, siempre tuvo todo bajo control y ahora se sentía tan débil, tan inútil al no saber que hacer.

Camila: Yo, papá no parece una mala persona...

El lugar quedó en silencio, nadie sabía que decir, ya que por una parte no podían contradecir a su hermana y por la otra se encontraban confundidos por todo lo que pasaba.

Antonio observaba a sus sobrinos, se había dado cuenta que los pequeños se despertaron justo unos minutos después de que estos abrieran los ojos pero no hizo nada porque deseaba saber que es lo que harían, pero no le estaba gustando nada lo que sucedía.

Una lágrima solitaria escapó por sus mejillas al recordar un discusión que tuvo hace unos años con su hermano, él lo sabía, sabía lo que pasaba por la cabeza de Camilo, y no era lo suficientemente fuerte como para alejar a sus sobrinos de su hermano.

Antonio: El diablo no negocia, no vale la pena, él nunca cambiará

Se dijo a si mismo en un susurro que fue llevado por la brisa, si tan solo fuera un poco más fuerte tal vez pudiera evitar que su hermano siguiera en ese bucle sin final.

Antonio abrió sus ojos como platos cuando sus sentidos se agudizaron, rápidamente corrió y tomo a sus sobrinos para colocarlos tras suyo mientras veía fijamente al frente.

Camila: Tío Antonio?

La niña estaba confundida, no entendía el porque su tío había salido de la nada, Adam dejo de esconderse en las sombras y se escondió tras Antonio abrazando la pierna del mayor.

Antonio: Quédense atrás

Los niños asintieron algo confundidos, o al menos los tres primeros porque el menor estaba que lloraba por el miedo.

Una silueta femenina que se observaba de forma oscura se hizo presente a la vista de los cinco presentes, los niños se asustaron y se escondieron tras su tío  mientras Antonio sacaba una pequeña navaja de su bolsillo.

---: Vaya manera tan mal educada de recibir a tu hermana mayor Toñito, deberías de asistir a clases de modales

Dijo aquella silueta una vez estuvo a seis pasos de su hermano menor y sobrinos, no hace falta decir que  disfruto ver la sorpresa dibujarse en las facciones de su hermano.

Antonio: ¿Dolores?

La mujer quitó la capucha que cubría su rostro y cabello rizado, dejando que este salga mientras el frío viento de la noche chocaba contra sus mejillas.

Dolores: La verdad, es que ha pasado bastante tiempo desde que nos vimos hermano mío, y también desde que los vi a ustedes, cuatrillizos Madrigal o mejor dicho, cuatrillizos González

Les sonrió de forma cálida a sus sobrinos, no era lo mismo verlos en fotos que tenerlo frente a ella.

Adam al ver aquello soltó un agudo quejido parecido al que Dolores daba siempre que escuchaba algo y uso su don para esconderse de la vista de quién solo conocía por medio de historia y por cartas.

Camila simplemente se escondió tras su hermano mayor mientras Manolo convertía sus manos en garras y mostraba sus caninos afilados y largos, dispuesto a eliminar a cualquier amenaza, aunque en ese momento no había alguna.

Por otro lado Amber se coloco frente a sus hermanos y con su don elevó tierra y algunos cuchillos además de cosas pesadas, sus ojos se volvieron oscuros y su mirada se mostraba feroz, además de que su cuerpo se coloco en una posición defensiva, si,  se habían sentido amenazados, y Antonio sabía lo difícil que podía ser calmarlos cuando entraban en aquel estado, sería una noche larga.

El ruido que provocaron unas cosas al  caer y la mirada azulada de una mujer de cabello rubio lo puso alerta, si, iba a ser una noche larga, muy larga. 

Amada madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora