Cap 8

221 10 2
                                    

La noche fría tal vez podía enfermarlo, pero no habría problema mientras su tía Julieta le diera su comida medicinal, su cuerpo se movía entre las calles del pueblo donde crecío, esquivaba la luz de luna lo mejor que podía, la sombras lo abrazaban mientras su ruana se movía con agilidad al compas del viento, sus pasos sonaban en eco con cada movimiento pero no podía detenerse, no podía calmarse en aquel momento, debía enfrentar aquella desición que quiso tomar, poner las cartas sobre la mesa y afrotar las cosas que sus acciones llegarón a causar.

Su cuerpo se detuvo al llegar a su destino, su mirada se poso en la madera de aquella puerta, y tuvo que medir su fuerza para evitar despertar a los vecinos, solo quería que la dueña de aquel lugar fuera quien saliera, no necesitaba de ojos curiosos a esa hora, mucho menos que se llegara a extender cualquier rumor que pudiera afectar su reputación. 

Los minutos pasarón como horas por su mente hasta que escucho los pasos tras la puerta, fue ahí que aquel pedazo de madera se movío, revelando a una mujer en camisón morado, su cabello azabache caía libremente por su espalda hasta la mitad de esta misma, mientras su cara cansada mostraba sorpresa e incredulidad, y aquellos ojos marrones solo confirmaban que las expresiones de la mujer era todo lo que ella en verdad sentía. 

Camilo: Paulina 

Camilo llamo a su esposa, su voz salio rasposa y ella solo lo miro con curiosidad.

Paulina: Es de madrugada, la luna aún sigue reinando en los cielos y las estrellas iluminan el camino de quienes viajan por mar, entonces, ¿a qué debo tu visita a horas como estás? 

La mujer pregunto a la vez que se hacía a un lado para invitarlo a pasar, invitación que fue aceptada. 

Camilo: Quiero hablar 

Fue lo que le susurro, y ella solo asintio con una sonrísa amable, cerrando la puerta de su hogar. 

Paulina: Comprendo, sígueme 

Ella lo guío a la sala de estar, y Camilo pudo recordar la razón por la cual eligio cortejarla a ella en lugar de otras chicas del pueblo, el cuerpo de la mujer seguía manteniendose de buena forma sin importar el paso de los años, sus muslos seguían tan apetitosos como siempre, sus pechos tenían el tamaño ideal para ser apretados y aunque no tenía una cintura de avispa, no podía decir que no la tenía, ya que esta misma se adaptaba perfectamente a su cuerpo, dandole un aspecto sexual, ella siempre tuvo un cuerpo ardiente. 

Paulina tomo asiento en un sillón individual y tomo una pequeña colcha que ahí se encontraba para cubrirse, al parecer se había percatado de la mirada intensa del hombre, lo cual la coloco en una posición incomoda. 

Paulina: ¿Cúal es el tema del que deseabas hablar? 

Fue directa, Camilo no pudo evitar suspirar cansado, y se recosto en el sillón grande de la sala, un poco decepcionado por no ser capaz de seguir admirando el cuerpo de su esposa. 

Camilo: De los papeles de divorcio, Paulina, estas a tiempo de reflexionar, no podemos ser la burla del pueblo, seríamos la primera pareja divorciada de aquí 

Hablo de forma calmada, pero el tono en su voz era de reproche, ella lo miro sorprendida, sus cejas se fruncieron y ella misma mordio con algo de fuerza su labio inferior. 

Paulina: ¿Estás escuchando lo que dices al menos? Camilo, no quiero seguir atrapada en un matrimonio que me lastima, tu no me amas, me tenías a tu lado por simple capricho, ya madura, no eres un niño 

Camilo: Paulina, no hables de lo que no sabes 

La mujer apreto con fuerza la colcha y miro a su esposo con algo de rabia, porque aún eran esposos, su divorcio aún no estaba listo, por lo cual cualquiera podía arrepentirse de tomar aquella elección, y si la otra parte estaba de acuerdo, el divorcio sería anulado, pero ella no estaba dispuesta a dejar que las cosas fueran de aquella manera.

Paulina: Escuche a Toñito, él me conto las cosas, Camilo, no voy a juzgarte, pero por favor comprende, no quiero vivir en una obra de teatro, quiero estar con alguien que me ame, con alguien que este a mi lado porque me quiere por como soy, no quiero seguir con alguien que solo quiere tapar su pasado, deberías contarle a tu familia la razón por la cual Mirabel se fue, ellos la extrañan Camilo, tu igual, deja tu orgullo de lado y 

Camilo se había levantado rápidamente del sillón y con fuerza logro levantarla del lugar donde ella estaba sentada, tirandola al piso, 

Camilo: Cierra la boca, no hables de eso, mi familia no debe saber, esa relación fue un error 

La mujer tenía una mueca de dolor en su rostro por el golpe brusco, pero levanto la mirada con determinación. 

Paulina: ¿Y el bebé? ¿Igual lo fue para ti? ¿Por eso le dijjste que lo matara? Camilo ella ya tenía cuatro meses, podría haber muerto si te hubiera echo caso 

Un golpe se escucho en la sala, los ojos marrones de la mujer se llenaron de miedo y enojo mientras Camilo se inclino hacía ella. 

Camilo: ¿Estas molesta por qué tu no pudiste tener a mi bebé? Si descargo mi esperma en lo profundo de tu veintre tal vez puedas quedar embarazada, así y quites esa absurda orden de divorcio, vamos Pau, nunca pude acabar en lo profundo tuyo, ese debe ser el problema, prometo hacerlo bien ahora 

La joven de cabellera azabache miro a Camilo con horror, su cuerpo se había paralizado por el miedo y su cara pálida daba la señal de lo mal que lo estaba pasando. 

Paulina: ¿Camilo? 

Le llamo con miedo, esperando que todo fuera una pesadilla, pero el hombre se coloco encima del cuerpo femenino y empezo a luchar para quitarle la colcha que ella llevaba encima. 

Paulina: No quiero esto Camilo, quítate, por favor quítate!!!!!! 

Empezó a gritar desesperada y a moverse para tratar de salir, pero él no le hizo caso, solo le dio un golpe. 

Camilo: Soy tu esposo, debes comportarte, tu cuerpo me pertenece 

Paulina: No soy un objeto!!! 

Las lagrimas comenzarón a resbalar por las mejillas de la mujer, ella se removía bajo el agarre de Camilo, tratando de librarse de él. 

Paulina: Sueltame, sueltame, ayuda, que alguien me ayude, ayuda!!!!!

Camilo logro arrancar la colcha del agarre de la mujer y uso esta misma para amarrar las manos femeninas que lo golpeaban con insistencia, y para tapar la boca de quien casi lo muerde para salvarse, penso que así ella se dejaría, pero a lo contrarío, Paulina empezo a patear con más fuerza mientras trataba de gritar, lo cual no podía hacer al estar amordazada, cada vez más lagrimas caían por sus mejilas, su mirada mostraba terror y desesperación. 

Camilo: Quedate quieta 

Él uso su fuerza para levantar un poco el cuerpo femenino y volver a estamparlo contra el suelo, en el proceso Paulina recibio un golpe fuerte en la cabeza, lo cual la dejo mareada, indefensa, ese fue el momento para que el contrario abriera sus piernas con fuerza para tratar de forzarla a tener relaciones, y ella lloro con más fuerza, la mordaza fue quitada para que él pudiera darle un beso, pero ella volteo su rostro y con la garganta seca y aún luchando para evitar ser violada dio un grito, con la esperanza de que alguien fuera en su ayuda. 

Paulina: AYUDA POR FAVOR!!!!! 

Un golpe seco y su cuerpo se desplomo en el suelo. 



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 29, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amada madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora