Algo... complicado || Matsuno Chifuyu x Male Oc

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Haruki

—Aah, mierdamierdamierdamierda— dije tapándome el rostro con ambas manos, pateleando boca arriba en mi cama. No paraba de recordar literalmente todo lo que sucedió ayer, bueno, entre ayer y hoy; ya que Fuyu me acompañó a casa casi a las 4 de la mañana, si es que encima es todo un caballero.

Volviendo al tema inicial, escuché a alguien de la Toman ofrecerle una navaja a la hermana mediana de la familia Shiba, Yuzuha; para asesinar a Taiju debido a la violencia que sufren por su parte todos los días.

Y para colmo, en la puerta del súper me encontré a Chifuyu y cené con él, admito que no puedo pedir más. Además de que me habló un poco de sus amistades, específicamente de su mejor amigo; Baji Keisuke, el cual creo que conozco, probablemente era algún compañero de clase, quién sabe.

Baji parece ser que era dueño de esa preciosura de moto que vimos Koko, Inupi-chan y yo; una GSX250E, cediéndosela a Fuyu cuando falleció, seguro que era un tipo súper guay, porque para haber arreglado tan bien esa moto hay que tener técnica.

Después, me dio un "ataque de flashbacks" pero Chifuyu dice que fue una bajada de tensión, por lo que me fue por dos botellas de agua pero no sin antes darme una palmadita en la cabeza y mirándome a los ojos. Ignorando el detalle de que me quede embobado y que después de eso me hizo beberme las dos botellas enteras, descubrí que... probablemente... ¿me gusta?

Hay probabilidades probablemente probables, a pesar de que nos conozcamos de hace un día.
¿Sabes? No lo sé. Realmente nunca me ha gustado alguien verdaderamente.

Miré el reloj tratando de cambiar de tema mentalmente: eran las 5:43 de la mañana, pero seguía sin poder pegar ojo.

Un escalofrío me recorrió desde la planta de mis pies hasta mi cabeza, a si que decidí taparme y apagar la luz de la mesilla de noche, al menos debo intentarlo; probablemente algo duerma.

Me mentí a mi mismo. Han pasado dos horas desde esa vez que miré el reloj. Solo he estado dando vueltas y vueltas en mi cama y al ver que no conseguía dormir; simplemente he cogido cinco mangas y me he puesto a leer, eran los mangas que iba a leerme en todo el mes, mientras ahorraba para más.

Miré al techo fijamente durante un buen rato, como si éste tuviera la solución a mis problemas y los de mundo entero, simplemente dejé la mente en blanco y cerré los ojos.

Me alertó una vibración extraña y molesta que inundaba mis oídos, haciendo que tuviera que moverme de mi cómoda posición en la que me encontraba en mi cama. Entrecerré los ojos, tratando de examinar que era lo que brillaba y rebotaba en mi mesilla de noche. Al descubrirlo, simplemente solté un suspiro que más bien se parecía a un gruñido y estiré mi brazo mientras achinaba los ojos tratando de leer el contacto.

Me levanté de la cama de golpe, comenzando a dar vueltas por mi desordenada habitación y gracias a ese detalle me tropecé y golpeé mi dedo meñique del pie contra la esquina de la cama, cosa que acabó con mis manos atesorando mi pie y con una desastrosa caída.

—Ayayayayayayay, duele, duele mucho— lloriqueé, dando vueltas por el suelo. A su vez, la vibrante banda sonora que se escuchaba cesó, lo que hizo que me pusiera muy, pero que muy tenso. Acababa de ignorar una llamada del mismísimo Hajime Kokonoi, las consecuencia de este acto podían llegar a ser demasiado altas.

Me levanté del suelo cojeando; escogí una sudadera ancha color beige oscuro, pantalones negros rotos y unas botas negras con una pequeña plataforma.