Algo... complicado || Matsuno Chifuyu x Male Oc

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Haruki

—¿Y bien, Hakkai? ¿No le ibas a decir a Haru algo importante?— le recordó su hermana mayor, a lo que quedó en blanco.

—Oh, es cierto— colocó su mano en forma de puño sobre su otra mano que estaba extendida.

—Ru-chan, voy a formar parte de los Black Dragons.

Me quedé mirándole mientras cogía la taza de té que me había traído Yuzuha y le daba un trago relajadamente.

—Lo escuché de Koko, las noticias vuelan, mucho más si tienen relación con la familia del capitán— posé la taza, dedicándoles una pequeña risa seca.

—Oh, entonces... ¿Estás de acuerdo?— me dijo en un murmullo Hakkai, lo que provocó una carcajada sarcástica en mí.

—¿Es broma? ¿De verdad crees que estaría de acuerdo con algo que has elegido en contra de tú voluntad? Seguro que ha sido para que Taiju no pegara a alguien— funcí el ceño con la vista clavada en el menor.

Ambos hermanos se miraron con preocupación. Después de esto, el silencio se apoderó de la sala con una fuerza descomunal. Solté un suspiro, apoyando mi espalda en el respaldo del sofá y cruzándome de brazos.

—Creo que deberías tener tu propia opinión y quedarte en la ToMan, enfrentándote a las posibles consecuencias— le dediqué una sonrisa tratando de que fuera tranquilizadora, pero tuvo el efecto contrario.

—No es posible, Ru-chan, no puedo enfrentarme a él desde fuera... tengo que hacerlo desde dentro— apretó los puños con rabia y a su vez dirigía su mirada al suelo.

—¿Qué es lo que tienes planeado? ¿Vas a pegarle? ¿Vas a matarlo? ¿Crees que con eso terminarás con vuestros problemas familiares?— Volvimos a sumergirnos en un silencio tras decir esto, lo que solo empeoró la ira que comenzaba a surgir.

—Chicos, hay mejores métodos para enfrentaros a este tipo de maltratos, si queré- —la castaña me interrumpió con un tono serio.

—¿Qué pretendes que hagamos, Haruki? ¿Crees que es tan fácil salir de este tipo de situaciones con una familia tan desestructurada como la nuestra?— Me miró fijamente con detalles de tristeza y decepción.

—No estoy diciendo que sea fácil, Yuzuha...— Suspiré frunciendo el ceño y a su vez posando mis dedos pulgar e índice en el puente de mi nariz.

Yuzuha iba a replicarme, pero Hakkai colocó una mano en frente de ella indicando que se tranquilizara, a lo que ella respondió con un bufido apoyando su espalda en el respaldo del sillón en el que se encontraba y se cruzó de brazos.

—Ru-Chan, te agradezco que intentes ayudarnos, pero creo que lo mejor es que... me ocupe yo solo de este asunto. No quiero involucraros en lo que puede pasar; porque tendrá consecuencias y puede que sean graves— me sonrió con pena, lo que hizo que me pusiera en pie, me estaban sacando de quicio con esa cobardía.

—¡Joder Hakkai! ¡NO SEÁIS UNOS GALLINAS Y ENFRENTAROS A ÉL COMO ES DEBIDO, SIN NINGÚN TIPO DE ARMA!— Pero el final de mi oración no se pudo escuchar ya que sonó el timbre, lo que provocó el tercer silencio de nuestra charla, aunque fue más corto que los anteriores.

—...Ya voy, ¡un momento!— Hakkai se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta, dejándonos a Yuzuha y a mi en la sala.

Comencé a escuchar una voz, que desgraciadamente me era familiar.