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Haruki

—¿¡TAIJU!?— Exclamé muerto de la vergüenza y de sorpresa, no me esperaba que fuera a venir él.

—¿Hace falta que chilles? Estoy en frente tuya— me respondió poniendo una mano en mi boca para que dejara de levantar la voz. Noté como un calor súbito subía a mi rostro y cuando ya no pude aguantar más le di dos pequeños pero suaves toques con el dedo en la mano y nos quedamos en silencio por la incomodidad que había provocado aquel choque tan inoportuno que provoqué gracias a mi despiste y la bocaza que tengo.

—Sabes, puedes... ugh, déjalo— me agarró de los hombros, pegándome a él nuevamente y me rodeo con sus brazos.

Mi cabeza tardó algunos segundos en procesar lo que acababa de suceder, hasta que simplemente le devolví aquel extraño abrazo que me había proporcionado repentinamente.

—Tenías razón, Haruki. Me dijiste que me iba a quedar solo, que mis hermanos iban a dejarme las cosas claras, y pasó. Todo lo que me advertiste, ocurrió— soltó apretando su agarre. Simplemente decidí darle unas palmadas en la espalda por lo que terminó apoyando su cabeza en mi hombro.

—Bah, no te preocupes, nos tienes a nosotros. Es decir, a Natsu y a mi— traté de sonar tranquilo y animado, a pesar de que a lo mejor no iba a funcionar. —Pero te lo dije. Supongo que no te querrán ver en un tiempo, ¿no?

—...Si. Me he marchado de casa, no voy a volver.

—...¿Qué?— paré de acariciar su espalda de golpe cuando escuché lo que me dijo. Supongo que fue bastante grave la pelea. —Entonces, ¿Yuzuha y Hakkai te echaron de la casa?

—No, me fui yo. Les prometí que si ganaban, me iría.—Suspiro y levantó la cabeza.—Yo por mis hermanos hago lo que sea, y ahora hay alguien que les protege mejor que yo.

Quería ver su cara, pero la densa oscuridad que nos rodeaba no me lo permitía.

—¿Quién es?—Le dije separándome de él y colocando mis manos en sus hombros con lentitud y firmeza.

—Hanagaki. El Takeomi Hanagaki ese— trató de decirlo con desprecio, pero por alguna extraña razón no era capaz.

Taiju tenía la increíble capacidad de que cualquier nombre que pudiera salir de su boca, sonara como si fuera vomitar. Pero, parecía que decía el "nombre" de Take casi con respeto y admiración.

—Es Takemichi. Takemichi Hanagaki— le repliqué en un tono burlón por haber nombrado mal al pelirrubio.

—cállate, no me importa— elevó el tono de voz. Arqueé una ceja. Jo, parece que se le había acabado el chollo de Taiju sensible.

—¿ levantando la voz en mi hogar, caballero?— levanté mi mano y la dejé justo enfrente de donde calculaba que estaría su pecho.—Si sigues así, te voy a manosear.

—Venga, a ver si te atreves— noté como se había acercado más. Literalmente pensaba que no era capaz.

Trague saliva pensando en el sufrimiento por el que estaba pasando mi pobre dignidad, pero simplemente lo ignoré y posee una de mis manos. Oh, que blandito.

—Oh, Parece una nubecita— posé ambas manos y súbitamente se encendió la luz. Le resté importancia y seguí a lo mío.

—¿H-Haruki?

Ay mierda. Dirigí mi vista hasta llegar al lugar de donde provenía mi nombre. Me quiero matar.

Pude ver la expresión de horror de mi hermano desde la puerta. Alterné la vista entre mis manos y Natsu. Tras unos instantes, logré que salieran algunas palabras de mi boca.

Algo... complicado || Matsuno Chifuyu x Male OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora