Algo... complicado || Matsuno Chifuyu x Male Oc

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Haruki

Fruncí el ceño reprimiendo las lágrimas que querían salir de mis ojos.

¿Por qué hacía esto? Simplemente me podría haber dicho que lo sentía y que podíamos hablarlo mejor, ¿por qué llegar a esos extremos? Hiciera lo que hiciese, le iba a perdonar, pero, parece ser que su orgullo es más importante.

—Take, ¿por qué me enseñas esto?— respondí con decepción, cosa que le descolocó un tanto.

—Para que veas que Chifuyu se preocupa por ti. Es decir, aunque es bastante bastante orgulloso, se preocupa mucho por la gente que quiere, en especial por ti— trató de calmarme. Decidí quedarme en silencio y sumergirme en mis pensamientos. Pasé una mano por mi rostro y después la dejé reposando en mi pelo, apartando el flequillo de mi rostro.

—Gracias Michi, supongo— suspiré pesadamente, para subir mis piernas al banco y abrazarlas, posando mi cabeza en mis rodillas. —Pero, si se preocupa, puede venir y decírmelo— murmuré.

Hubo un momento de silencio y luego Take estalló en carcajadas. Le miré con cara de desaprobación y el simplemente siguió riéndose, colocando una mano en frente de mi cara.

—P-Perdón, es que— siguió riéndose un poco más— la cara que has puesto, era como la de un gatito abandonado— mi primera reacción fue mirarle con asco, para empezar a notar como mis mejillas se calentaban.

Me acerqué a él para intentarle pegarle, pero colocó sus brazos para protegerse, entre tanto seguía con sus intensas carcajadas.

—¡D-De qué vas Takemichi!, no soy un animal, ni tampoco me han abandonado— le pegué unos cuantos puñetazos sin energías en los antebrazos.

—No era un insulto hombre, que mal te lo tomas— trató de poner un tono de voz de ofendido, colocando una mano en su pecho; cosa que aproveché para pegarle en el hueso del hombro y respondió con un "auch", del cual me reí. Me puse de pie y metí mis manos en los bolsillo.

—Vale Take, hagamos una cosa— dije mirando el cielo.—Esta noche, si Chifuyu está tan preocupado, que después de la reunión venga y termino de aclararle todo— eché un vistazo en dirección a Takemichi y tras unos instantes, cedió.

—Está bien, se lo diré, y cuando me de una respuesta, te envío un mensaje— extendió la mano y le di un apretón con la mía, cerrando el trato. Solté unas risas.

—Madre mía, que buenos negociantes somos— exclamé orgullosamente y el ojiazul me siguió el juego.

—Profesionales sin dudarlo, la verdad— se rió y comenzamos a andar hacia otro lado.

Me terminé de calzar y me miré al espejo posando de distintas formas para verme al completo. Pues tampoco me queda tan mal el traje de la ToMan.

Me estaba arreglando el pelo cuando entró Natsuki en mi cuarto, obviamente sin llamar a la puerta.

—¿ya estás?— preguntó examinándome de arriba a abajo. —Mmm, me gusta más el uniforme de los Black Dragons—

Le miré soltando una risita nasal. —Claro, porque lo diseñásteis tú y Shinichiro— me seguí arreglando frente al espejo un mechón que no quería volver a su sitio.