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Haruki

Me contemplé con emoción y mucho nerviosismo como me quedaba mi montsuki negro, cuyo cinturón era de mi color favorito, un morado azulado.

Empecé a girar sobre mí mismo con ilusión, hasta que llamaron a la puerta.

—¡Está abierto!— grité desde mi habitación, y Koko e Inui pasaron con lo que sonaban como bolsas con comida o algo por el estilo, pero tampoco es como si le estuviera prestando mucha atención.

—Hombre, Haru, ¿me vas a insultar otra vez o ya vas a pasar a la violencia física?— le seguí el juego mientras seguía arreglándome el pelo en el espejo.

—Mmm, la verdad es que me gustaría más torturarte. Ahora, entre física o psicológicamente, no estoy seguro, mmmm— hice como que lo estaba pensando y pude ver por el rabillo del ojo cómo un escalofrío recorría a Koko.

—Bueno, entonces, ¿nos dejan ir a su visita al templo?— preguntó cambiando de tema, a lo que sauqé el celular y le mostré la pantalla.

—Me dijo Chifuyu que si, pero que si la liabais él personalmente os iba a partir la cara— solté una risa por lo bajo recordando el momento en el que me lo dijo en persona, y que lo hubiera escrito significaba que lo iba a hacer de verdad.

—PERO SERÁ- ugh, ¿cómo te puede gustar ese- crío?— se cruzó de brazos y procedí a arquear una ceja por lo que acababa de decir.

—¿Perdón? Lo que yo no entiendo es lo que ve Inui en ti, si que le tienes que gustar para que te aguante— escuché que en la cocina se caían varias cosas, y que la expresión de Koko cambiaba mientras su rostro empezaba a colorearse.

—P-Pero- PERO SERÁS SUBNORMAL— trató de abalanzarse sobre mí pero me agaché para esquivarle mientras me reía, y luego eché una carrera hasta la la sala de estar con el de ojos rasgados persiguiéndome.

Corrí a donde estaba Inui y me posicioné detrás de él, de tal forma que no podía pasar, cosa que le puso bastante nervioso.

—Ya chicos, que a este paso os matáis— dijo el peliblanco mirándonos a ambos, por lo que hicimos un pequeño berrinche y se pasaron todos los males.

—Me voy a vestir, Haru, ¿luego me ayudas con el delineado y a arreglarme el pelo?— dijo Kokonoi, lo que provocó una inmensa ilusión en mi.

—Claro que si, no te preocupes— levanté el pulgar y me sonrió cogiendo una de las bolsas y llevándolas al cuarto de baño.

Como no tenía mucho que hacer más que esperar a que se arreglaran mis dos amigos, ayudé a Inui a guardar algunas cosas que habían traído, ya que al día siguiente comeríamos los tres en casa.

—Haru, ¿a dónde se fue Natsuki?— me dijo algo preocupado, cosa a la que le resté importancia.

—Me dejó una nota esta mañana diciendo que tenía que ir a trabajar ya que le había salido algo urgente. Parece ser que ser mecánico en las carreras de motos no es excesivamente fácil— le dije soltando una última risita sarcástica. Nos quedamos en silencio otro corto tiempo más.

—Y... ¿te llegó a contar algo? Ya sabes, sobre lo que te dijo Mikey ayer— me quedé pensando sobre si contarle o no todo lo que pasó, y de paso me hacía el interesante.

—No, pero ya os haré un interrogatorio en un futuro; solo que hoy vamos a disfrutar porque nos lo merecemos— le sonreí y el me miró algo preocupado, no sé si por mí o más bien por él y el pelinegro.

Algo... complicado || Matsuno Chifuyu x Male OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora