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Habían hablando con servicios infantiles y lograron llegar a un acuerdo, que aunque sabía no iba a terminar bien, Mikey insistió en intentarlo.

Ellos se encargarían de buscar a los padres y mientras todo eso suceda, Takemichi y Mikey podían quedarse con el bebé, de lo contrario el niño sería llevado a un hogar para niños huérfanos, pero claro, cuando la familia aparezca y reclamen al bebé, ellos tendrían que entregarlo.

Takemichi se había negado inmediatamente, no quería, tenia miedo de tomarle cariño al bebé y luego tener que dejarlo ir, pero Mikey le insistió tanto que no pudo decirle que no a esa carita hermosa

Entonces ahí estaban, Mikey con el pequeño Haruchiyo en brazos, acompañado de Takemichi, ambos en el sector de bebés comprando ropita nueva y algunos juguetes que Mikey insistía en llevar.

— ¿Amarillo y purpura?

Takemichi miró los pequeños gorritos y no pudo evitar sonreír ante lo tierno que se verían esos gorritos en el bebé. No lo culpen, Takemichi si quería hijos y ese bebé es hermoso, pero sabía que esto acabaría y no quería salir herido, tenía que ser fuerte para Mikey el cual claramente lloraría océanos cuando Haru se vaya.

— ¿Y si llevas ambos?

Mikeu miró ambos y luego asintió, totalmente de acuerdo con la idea de su esposo.

— Bien, ¿y qué dices de los trajes, puedo llevarme uno de cada uno?

Takemichi negó, aún con su hermosa sonrisa.

— Son muchos, cariño.

— Pero Haru se verá lindo en ellos.

— Solo elige tres.

— ¿Solo tres?.— Se quejó.

— Bien, cuatro, pero nada más.

Sonriendo, Mikey tomó un pequeño traje verde de dinosaurio, uno rosado de ardilla, otro de dos piezas en forma de zanahoria y la última se decidió por tomar una gris de conejito.

Haruchiyo se vería hermoso y Mikey tomaría muchas fotos.

(...)

— Tengo miedo.

Akkun asintió, comprendía totalmente a su amigo, sabía cómo era Mikey y cómo Takemichi cuidaba siempre de él, y según la historia que su mejor amigo le cuenta, esto puede terminar de dos formas y Akkun esperaba de corazón que terminara de la buena.

— ¿Le contaste a Mikey cómo te sientes?

— Se lo dije antes de llamar a servicio infantil, pareció entenderlo pero cuando nos dijeron que podíamos cuidar al bebé, él pareció perder la cabeza.

— No, Take, me refiero a si le dijiste sobre tu miedo.

Takemichi suspiró.

— Intenté, quise, realmente quise hacerlo, pero él parece no querer escucharme, es como si se desconectara cuando hablamos del tema y se vuelve a conectar cuando termino de hablarle.

— Sabes que él siempre quiso un bebé.

— ¡Y yo también!, pero él no es nuestro, se lo llevarán en cualquier momento y aferrarnos a él solo nos hará mas daño

— Entonces no te encariñes, pero tampoco lo ignores, intenta estar con él, date la oportunidad de conocerlo.

— No lo entiendes.— Murmuró.— Siento que en el momento que lo vea tan solo sonreír, caeré por él como Mikey lo hizo.

Se quedaron en silencio por un rato, ambos mirando el suelo sin verlo realmente, sumergimos en sus pensamientos, hasta que Akkun decidió hablar.

— ¿No crees que pueda ser una señal?.

— ¿Señal?

— Estan queriendo adoptar desde hace tiempo y ahora les llega un bebé, ¿por qué no lo tomas como una señal?.

— ¿Y qué si se lo llevan?

— ¿Y qué si nunca lo hacen?, si el niño estaba en un callejón debe de ser por algo.

— Y nosotros no sabemos la razón.

— Exacto, no sabes si la madre lo abandonó o no.

— Pero-

— Animate.— Le sonrió.— Quizas este es el niño que tanto querían.

— Tengo miedo..

— Y es normal, pero prometo siempre estar ahí para ti y para Mikey, si algo sale mal, yo cuidaré de ambos.

Takemichi suspiró, no quería, sabía que no debía, pero quizás debía obedecer a Akkun.

¡𝗍𝖾𝗇𝖾𝗆𝗈𝗌 𝗎𝗇 𝖻𝖾𝖻é! ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora