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Mikey miraba con tristeza al pequeño Haruchiyo, el bebé estaba siendo cargado por su tía mientras su hermana lo veía con emoción.

Ella había entrado, había gritado y casi le arrebata al bebé de una forma brusca pero por suerte Takemichi se lo impidió y calmó a la señora.

Cuando todos estuvieron en calma fue cuando Mikey entregó al bebé entre lágrimas.

Y ahora estaban ahí, observando a la familia del pequeño que robó el corazón de ambos hombres.

— Gracias por cuidarlo.— La dulce niña les sonrió.— Pensé que había muerto o algo peor, realmente estoy muy agradecida con ustedes, muchas gracias, en verdad, Takemichi-San y Manjiro-San.

Mikey suspiró y Takemichi le regaló una sonrisa triste a la niña.

— Sólo prometan que lo cuidarán, ¿sí?.

— Obviamente lo cuidaremos.— La señora Akashi habló, su voz había salido con molestia.— Es mi sobrino, yo sé que tengo que cuidarlo.

Ninguno de los dos dijo nada al respecto, no querían iniciar una discusión, no ahora.

(....)

Mikey se dejó caer en la cama, su rostro se hundió en el suave colchón que rápidamente fue mojado por las lágrimas que salían de los bonitos ojitos negros del rubio.

Takemichi lo vio y sin dudarlo se acostó a su lado, acarició el cabello de su pareja y se mantuvo en silencio.

Ya no había nada que decir, Haruchiyo se había ido y ninguno podía hacer nada al respecto.

(.....)

Akkun se movía de un lado para el otro, con desesperación buscaba su celular mientras su pareja lo miraba con preocupación.

— Tranquilizate, amor.

Akkun soltó un pequeño bufido ante las palabras de la chica.

— No puedo tranquilizarme, Hina.

— Intenta hacerlo entonces.— Ella se puso de pie, acariciando con delicadeza el cuello del hombre.— Por favor, Takemichi y Mikey te necesitan calmado, no puedes ayudarlos si tú también entras en crisis.

Akkun sonrió y sin dudarlo dejó un pequeño beso en los labios rojizos.

— Gracias, siento que voy a volverme loco, saber que dos de mis amigos están sufriendo no me hace sentir de maravilla.

Hinata le sonrió y volvió a besar los labios del contrario.

— Ve con calma, si es necesario quédate con ellos todo lo que necesiten y claro, por favor no te descuides por cuidar a ellos, si sientes que no puedes, llámame.

— Lo haré.— Sonrió.— Te amo.

— Y yo a ti, ahora ve con esos chicos, te necesitan.

¡𝗍𝖾𝗇𝖾𝗆𝗈𝗌 𝗎𝗇 𝖻𝖾𝖻é! ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora