APOCALIPSIS ✔

Capítulo 2

Narra Alexandra

Un fuerte estruendo hizo que me despertara sobresaltada, estaba soñando con la vida que tuve antes de que todo esto pasará, antes de que todo se fuera a la mierda.

Me encontraba desubicada, la falta de sueño durante estos últimos años le estaba cobrando factura ya a mi cuerpo y esto mismo hizo que tardará en reaccionar a lo que estaba sucediendo en el momento.

Cuando al fin pude reaccionar me di cuenta de que había alguien dentro de la casa, el ruido de cosas cayéndose en la parte baja me alertó, sabía que no podía tratarse de un humano, no cuando todos sabíamos que el ruido atraía casi de inmediato a esas cosas.

Los gruñidos y gritos se hicieron presentes con más intensidad, en cuanto oí que había alguien subiendo las escaleras a gran velocidad supe que se trataba de uno de los malditos monstruos, estaba siguiendo con exactitud todo el trayecto que yo hice antes de llegar a esta habitación, ya me había olido y venía tras de mí.

No se podía tratar de uno de los primeros convertidos pues la fuerza y velocidad con la que escuchaba que se movía no era común, es uno de los recién transformados, es uno de los más peligroso.

Solo espero que se trate de solo uno pues por lo general esas cosas siempre venían en grupos.

Con una rapidez impresionante comencé a recoger todas mis cosas, el alimento que había subido hasta esta habitación pensando en que ningún zombie podía llegar hasta acá y que al fin podría yo tener una comida en tranquilidad.

La puerta siendo golpeada hizo que me apurara y metiera las últimas cosas de un jalón a mi mochila.

Abrí la ventana y salte al árbol justo en el momento en el que esa cosa derrumbó la puerta e ingreso a la habitación, sabía que me había visto, me iba a seguir hasta cazarme, hasta que me tuviera entre sus dientes muerta.

Al dar un último vistazo a la habitación pude notar que el arma que siempre traía en mano estaba ahora bajo las cosas que se cayeron cuando entro el zombie a la habitación, no podía regresar por ella.

Sin cuidado alguno empecé a bajar del árbol sosteniéndome con fuerza, el ir de esta manera hizo que mi pie resbalara cuando estuve a menos de dos metros de llegar al piso, un corte en mi pierna y mi brazo sin fuerza alguna para sostenerme y volver a llevar mi pie hacía el tronco fue lo que me condeno.

Había caído del jodido árbol justo cuando ese maldito zombie me seguía.

El aire en mis pulmones se había ido, el corte para suerte mía no parecía tan grave, pero sí sangraba.

Los pocos segundos que había durado yo tirada en el piso me parecieron horas.

Cada maldito caminante en un radio de varios metros que había sido convertido en los últimos meses ahora sabía que yo me encontraba ahí, con esfuerzo me levante del suelo justo cuando aquella cosa salió de la casa por medio de la ventana.