El fin del mundo como lo conocíamos llego hacía ya un par de años, los zombies habían invadido el mundo casi por completo.
Quién diría que te puedes enamorar de más de un hombre en medio del apocalipsis.
|POLIAMOR|
Inicio: 30/07/2022
Finalización: 2...
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Narra Alexandra
—¿Cómo demonios lo supiste? —grita Tadeus acercándose a mí aun con el ciervo sobre su espalda.
El resto de los chicos están el silencio, algunos de ellos con miradas de desconfianza y otros más todavía tensos por lo que acaba de suceder.
—Debemos irnos —digo mientras comienzo a caminar nuevamente para avanzar.
Doy un par de pasos y al no recibir respuesta alguna ni escuchar el ruido de las hojas y vegetación ser aplastada por el peso de los chicos, giro mi cuerpo para observar como todos ellos siguen de pie justo en el mismo lugar en el que se detuvieron.
—Les estoy diciendo algo, avancemos ya —regreso caminando hasta donde están ubicados Seth y Dylan para tomar sus manos en un intento de que ellos me sigan. —¡Maldita sea, muévanse! —grito desesperada porque sé que donde hay uno de los z siempre va a haber más.
—Debemos de movernos, vendrán más en cualquier instante —susurra Zareth retomando el paso en dirección hacia el campamento sin siquiera mirarme. Ninguno de los chicos parecía realmente querer moverse de su lugar, sin embargo, la orden de Zareth pareció de alguna forma obligarlos a avanzar.
—No confío del todo en ella, no debe de ir con nosotros —escucho como Tadeus le dice a Zareth en un tono bastante desconfiado y con algo parecido a rencor escondido en su voz.
—No tenemos tiempo para eso en estos momentos Tadeus, debemos regresar al campamento ya si no queremos encontrarnos con más de esas cosas, todo debe de tener una explicación, ella nos la dará al llegar a un lugar seguro, no ahora —declara con un tono duro y demandante de voz Zareth.
Vuelvo a caminar esta vez con el ruido de los pasos de los chicos tras de mí, mi cuerpo sigue tenso esperando en cualquier momento la aparición de más de los z cuando vuelvo a escuchar gruñidos y la vegetación moverse violentamente junto con las ramas de los arbustos y hojas secas crujiendo a lo lejos, pero escuchando que se dirigen en nuestra dirección.
Volteo a ver a los demás inmediatamente observando como en esta ocasión sí han escuchado claramente lo mismo que yo.
Tadeus está a punto de soltar al ciervo y dejarlo en el suelo cuando Danniel se lo quita de los brazos y rápidamente se lo pone en la espalda, de la misma forma en la que lo traía con anterioridad él.
El ruido de las ramas y los gruñidos se acercan cada vez más.
—¡CORRAN! —es lo único que logra salir de mi garganta en estos momentos antes de correr lo más rápido que mis piernas me permiten.
Dylan, Tadeus pasan velozmente por un lado mío encabezándonos a todos los demás, Danniel va a un lado de mí haciendo un esfuerzo increíble por mantenerse en equilibrio mientras corre con el gran peso de ese ciervo en su espalda, Seth y Zareth van detrás de nosotros y al ser Seth el encargado de la seguridad y protección de los demás no tardo en suponer que están intentando cubrirnos en caso de que aparezca uno de los z.
