Raison d'être - Ranpo Edogawa

Aferrarse A Una Ilusión

La mejor habilidad de todas
No era una habilidad realmente
Tan sólo la increíble capacidad de deducción
Del mejor detective del mundo

Mas incluso la escarcha y la niebla 

no son más que agua.

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Sus pasos resonaban en el gélido blanco que pintaba el suelo bajo sí. Un eco vacío se propagaba por la extensa oscuridad anulada por unas pobres lámparas azules que, dispersas en el espacio, generaban unos anillos claros en el suelo, que se desvanecían en la sombra de ningún objeto más que la niebla.

Los ojos canela del detective se mantenían ocultos bajo sus párpados, mientras que, con el pequeño mapache entre manos, seguía los pasos del escritor americano. A un lado, las vacías y oxidadas vías del tren anhelaban el tránsito sobre sus rieles, aferrándose a la nula ilusión de unos inexistentes días de gloria.
La estación nunca se había habilitado.

El parpadeo de las luces aumentaba la tensión de los detectives, que sentíanse como inmersos en uno de esos turbios sueños que no alcanzan a racionalizarse en pesadillas. El tétrico aroma a nuevo les recordaba a los pasillos de un hospital, tan blanco todo que cega la vista.

Ranpo tomó del brazo al escritor, hecho que exaltó al segundo, y escondiéndose tras él, murmuró apoyando su rostro en su espalda.

- Tengo frío...
- Lo sé... P-pero ya e-estamos cerca, Ran-
- ¿Y si no es por aquí?
- La nota... Sólo puede ser aquí, Ranpo-kun. Ambos lo sabemos.
- Si... Pero, no quiero. Odio esto. Odio todo. Odio cómo terminamos así.
- Ranpo-kun también es humano, después de todo.
- Odio ser humano.

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Cuando dejaron el restaurante, los rayos crepusculares del sol ya se habían escondido hacía tiempo, y las estrellas irrumpían brillantes en el violáceo cielo de Yokohama. Los rojizos ladrillos de la fachada del edificio relucían bajo las estridentes luces de la ciudad, contrastando con la cálida y tenue iluminación de la cafetería. 

Al entrar al edificio, el eco de sus pasos se propagaban en la vacía oscuridad, a lo largo del pasillo, seguido por escalones, más pasillos, y una negrura tan densa que podrían cortarla con un cortaplumas. Llegados al tercer piso, Ranpo trastabilló con sus pies, y un travieso cordel de su zapato se escapó del moño que lo sujetaba. Al arrodillarse para volver a anudarlo, pudo ver a pocos metros una mancha de color difuso, que era divisible únicamente por ser menos negro que todo a su alrededor.

- ¿Qué es eso? No alcanzo a ver nada, me arden los ojos.

- Creo... Una nota quizá... Pero no puedo leerla sin luz... 

Poe tanteó la pared hasta encontrar el interruptor. Ojalá nunca hubiera encendido la luz.

Un goteo se escuchó a sus espaldas, y volteandose repentinamente, vio a Ranpo aún postrado en el suelo. Pero ya no sólo era el cordel de su zapato. 

Sus inmaculadas medias blancas se encontraban corrompidas por manchas de sangre. 

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Gomen, gomen, gomen, je suis désolé, no quería tardar tanto en traer otro capítulo... Mais, en mi defensa, sólo puedo escribir en la escuela y no estuve pudiendo dedicarme a esto.

También que estoy empezando dos proyectos y eso absorbe la mayoría de mi capacidad mental fuera de las clases en sí. Cuando esté progresando más con eso cuento el chisme.

Well, ahora estoy escribiendo casi a las 3 AM, no pregunten. Espero les guste el cap, voy a ver de publicar seguido de nuevo, pero no prometo nada :">

Ran Fuera_

PD. Amo el trailer. Fukuchi me debe una mano. Literal y figurativamente hablando. Merci beaucoup et doux cauchemars.