Capítulo 10

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26 de Agosto de 2014

Las ondas del agua de la piscina se movían lentamente y reflejaban a la perfección la puesta de sol. De pronto, como si de una película de Ciencia ficción mala se tratase, Gale empezó a emerger del fondo como si pudiera subir unas escaleras acuáticas inexistentes. Jess, que se encontraba recostada en una tumbona, quiso quitarse las gafas de sol, para ver bien el extraño suceso. Sin embargo, por mucho que lo intentaba, no conseguía despegarse las gafas de la cara.

Gale llegó donde ella se encontraba y con un movimiento robótico se las quitó y levantó a la chica con brusquedad. Ella quiso gritarle que qué le pasaba, pero la voz no se salió. Entonces, el chico acercó peligrosamente la cara a la de la actriz y ella quiso alejarse, pero no podía. Gale abrió la boca pero no besó a Jess, tal y como ella pensaba que haría, si no que empezó a gritar.

-¡Jess, Jess! -pero no era la voz de su exnovio. De pronto, la cara de Gale cambió y se transformó en la de Boonie.

-¡Jess, Jess! -gritaba. Y entonces sonó un pitido, el timbre.

Jess abrió los ojos y entendió que solo había sido un sueño. Se levantó con los ojos medio cerrados mientras Boonie no dejaba de gritar su nombre o le pedía que abriese la puerta y llamaba al timbre.

-¡Que ya voy! -gritó todo lo fuerte que pudo y las voces y timbrazos cesaron. Abrió la puerta lentamente y Boonie entró de golpe, muy nerviosa.

-Tengo que hablar contigo -dijo con una expresión que Jess no supo interpretar, ya que aún estaba muy dormida.

-Ya, me lo puedo imaginar. Más te vale que sea tan importante como para despertarme a la hora que sea de la madrugada -contestó la actriz bostezando.

-Las cinco -dijo-, y créeme, lo es -añadió.

Jess se sentó en una silla y asintió.

-Tengo que hablarte de las fotos de Gale -dijo directamente Boonie.

Su joven amiga abrió mucho los ojos, de pronto se sintió muy despierta e inquieta. Boonie interpretó el silencio de la actriz como que quería que continuara y miró al suelo.

-La verdad es que no tengo ni idea de cómo comenzar esto... -suspiró.

-Por el principio estaría bien -contestó Jess con nerviosismo.

-¿El principio? -Boonie rió- El principio podría ser el día en el que te conocí.

Jess frunció el ceño y se preguntó qué querría decir con eso su amiga.

-Nunca te he dicho esto -continuó la directora-, pero el día que te conocí sentí algo especial, algo que no había sentido antes con nadie. Nunca -agachó la cabeza-. Y cuando hiciste la prueba sentí que tú y yo... seríamos grandes juntas -dijo emocionada-.

>Luego te conocí de verdad, y supe que había sido el destino, que te había puesto en mi camino. Ya sabes que lo había pasado muy mal en mi adolescencia: primero la muerte de mis padres, días después la de mi hermano. Luego mi adicción al crack, y la posterior rehabilitación... Verte hacer el papel de mi vida, me hizo sentir una conexión enorme contigo aún cuando no eramos tan amigas.

La actriz se sorprendió de que su amiga hablara de su época oscura, era algo de lo que no hablaban desde hacía al menos cinco años.

-Y casi sin darme cuenta -prosiguió Boonie-, me enamoré de ti.

Jess parpadeó repetidas veces, pensando que quizá, después de todo, seguía durmiendo.

-¿Qué? -susurró.

-Sí -asintió la otra-, me enamoré de ti.

-Pero, Boonie...

-Déjame terminar -le interrumpió-, por favor.

Jess asintió, aún en shock.

-Iba a decírtelo la primera vez que nos invitaron a Cannes, en el 2010, pero de pronto me dijiste que habías conocido a un chico y que te gustaba. Al día siguiente que os habíais besado y que creías que eso significaba que estabais saliendo.

>Odié a Gale desde el primer momento. No podía creer que de verdad te gustase ese playboy sin un gramo de masa cerebral -Boonie se rió de su propio chiste-, pero después de meses y numerosas portadas de revistas, me dijiste que lo amabas y anunciasteis que estabais juntos y yo solo quería morir -la mujer hizo una pausa mientras sus lágrimas caían-. No puedes... no puedes hacerte una idea de lo mucho que duele amar a alguien, tenerlo al lado y que a ti no te ame...

Jess intentó hablar, quiso decirle que sí la amaba, pero no de esa forma. Era su mejor amiga, nada más.

-Pasaban los años y pensé que llegaría un día en el que al despertarme, mi primer pensamiento no sería para ti pero, ya ves, cuatro años después y... -Boonie tosió- Aunque en cierto modo, tampoco perdía la esperanza de que tú te levantases un día y te dieses cuenta de lo tóxico que es Gale, porque lo es. Todos estos años... siempre te ha tratado como a una niña estúpida e indefensa. Pero tú no eres así, eres inteligente y fuerte, precisamente por eso nunca entendí cómo demonios dejabas que coquetease con otras mujeres (especialmente delante de ti) y nunca le dijeras nada, ni siquiera una mirada de reproche...

>Por eso decidí que si tú no querías ver la realidad, que Gale te engañaba con otras mujeres, lo haría yo -Jess contuvo el aire-. Y eso hice: llamé a un amigo mío fotógrafo, cité a Gale en vuestra casa en Los Hamptons y lo engatusé para besarlo.

Jess soltó el aire y le pegó una bofetada a Boonie Beast.

-Lárgate, no te quiero volver a ver en toda mi vida -gritó la actriz.

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