ᴇʟ ɪᴍᴘᴇʀɪᴏ ɢᴀʟʀᴀ

"Búsqueda"

Las cosas lentamente comenzaban a tener orden, o al menos intentaban tener una especie de calma antes de la tormenta.

Tras unos momentos de hablar con la princesa, tratando de ponerla al corriente de todo lo sucedido en milenios. Los ahora 7 seres formulaban sus siguientes pasos. Todos ellos sentían un gran peso en sus hombros, ahora despiertos junto con la posibilidad de encontrar a todos los leones; era cuestión de tiempo para derrocar a Zarkon y su imperio.

Y Pidge sabía que estaban acortados de lo mismo para que los galras los encontraran.

—"Ahora que los galras saben que león azul está prófugo, aumentaran sus búsquedas hasta encontrarnos" —anuncio Pidge. Temiendo que estuvieran más cerca de lo pensado en Arus.

Allura al mando de la situación ahora, tecleó con rapidez buscando información de diversos tipos.

—"Oigan, no quiero interrumpir, pero ¿tendrán algo de comer por aquí?, no hemos comido nada en doboshes" —pidió Hunk mientras se acariciaba el estómago.

Korann llegó a la sala con una reserva de comida verde para todos. Acercándose a la princesa para alentarla a comer después de tanto tiempo.

—"Vomitaste unas 5 veces, me sorprende que no te desmayaras" —Pidge puso en blanco los ojos mientras se acercaba con Hunk a investigar la extraña sustancia verde. Parecía ser un componente con todos los nutrientes y proteínas en una sola forma. Por experiencia en el imperio y ejército rebelde, no tendría buen sabor.

Shiro por otro lado, no dejaba de mirar impresionado todo el lugar a su alrededor, también asombrado de las personas delante sus ojos. 10, 000 años no eran poca cosa, y lucían muy bien a pesar de estar crionizados tanto tiempo. Además de un castillo enorme y repleto de tecnología que ansiaba conocer, y sin olvidar el super arma Voltron hecha de robots, que de alguna manera eran conscientes.

—"No puedo creer que su civilización creara tecnología tan avanzada desde hace 10, 000 años...debió ser un lugar increíble" —Shiro sonrió con sinceridad y admiración hacia la princesa y su consejero.

—"Así era "—soltó con lentitud el alteano.—"Pero ahora ya no existe, y somos los únicos alteanos con vida" —habló Korann con pesar. Lentamente, el hombre miró a Allura quien estaba igual de devastada. Era imposible de procesar aun, habían pasado milenios para el universo, pero para ellos solo unos segundos.

Sentían que en su piel aún estaban luchando al frente de la batalla por su pueblo y el universo. La última barrera entre Zarkon y la destrucción, dándolo todo.

Pero todo no fue suficiente.

Habían perdido, y ese fracaso ocasiono la muerte de incontables vidas en el universo. Todas ellas ahora en sus hombros.

Allura lo lamentaba con toda su alma, aunque sabía que nunca podría remendarlo por cada inocente que murió, tenían que seguir. 

Se acercó a Korann buscando consuelo, el ultimo familiar vivo que le quedaba. Eran solo ellos dos en el universo. 

Una existencia condenada a la soledad y extinción.

Sus padres, sus amigos, sus compañeros, su pueblo...todos ellos se habían ido.

Un sollozo escapo de ella, todos en la habitación bajaron la mirada con pesar y luto.

Lance lentamente se apartó del grupo, agobiado por toda la situación. Quería vomitar y se odiaba así mismo con todo su ser, no tenía la fuerza necesaria para enfrentar a Allura y Korann. Entendía su dolor, esa soledad que los consumía hasta la desesperación.

Esa sensación de ser los únicos en el universo. Se vuelve insoportable estar solos.

Quería abrazarlos, pero se apretaba los brazos cada vez más cerca de su cuerpo para resistir ese impulso. Los dedos se encajaban como agujas sobre su piel, pero Lance ignoraba este dolor por otro mucho peor.