Capítulo 7: El Precio de la Victoria Parte 2

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En mi mente resonó algo...

Como el sonido de una gota de agua cayendo en un estanque.

Fue como una chispa, como cuando entiendes algo que te estuvo molestando desde hace tiempo.

Fue como un "¡Eureka"! y luego todo se queda en blanco...

En silencio.

―Tu expresión... haaaa... es como la de aquella vez... me encanta... ¡Me encantas...! ¡Eso de ti! ¡Todo de ti! Me vuelve loca... ¿Qué tal si te mudas a mi sótano...? Sería maravilloso. ¿No crees...? Quiero tenerte cerca, para poder atormentarte siempre que quiera... haaaa, eso sería lo mejor. Creo que voy a venirme de solo pensarlo...

Esta verdad me estremeció por completo...

Tenía mis sospechas, pero una parte de mí no quería creerlo.

Pero ya no había duda, no había otra explicación.

Mami-chan de verdad... está absoluta y completamente...

―Estás loca...

―Jejeje ¿Qué dices...?

Ella tuvo el descaro de sonreír inocentemente.

»Estoy bien, soy una delicada chica normal. ¿Sabes? Incluso yo tengo sentimientos...

―Las chichas normales no andan por ahí diciendo "soy normal", mucho menos invitan a sus exnovios a sus sótanos...

Mami-chan soló una risita.

―Exageras... veras que cuando te acostumbres te va a encantar... o quizás no. Pero eso no importa, jejeje.

―Mira, terminemos con esto por favor. Me enferma estar cerca de ti, así que solo dime que es lo que quieres y déjame ir...

Ella volvió a lamer mi cuello. Luego mordió el lóbulo de mi oreja y llevó su mano de vuelta mi miembro, debajo de ella, mientras sonreía.

―Ya sabes que es lo que quiero... ―Dijo eso antes de empezar a besarme suavemente...

Frotando nuestros labios con dulzura, antes de introducir su lengua rosada y resbalosa. Jugueteando con la mía sin tregua...

―¡¿...?!

¿Esto era en serio? ¿Realmente tendría que hacerlo con ella aquí y ahora? ¿Mi primera vez seria en estas circunstancias perturbadoras...? ¡¿Cuál terrible podía ser mi suerte?!

Mami-chan empezó a frotar su entrepierna suavemente contra mi miembro, haciéndome sentir claramente lo húmedo de su ropa interior.

Su piel se sentía caliente igual que su respiración frente a mi rostro. Sus ojos se veían empañados y toda su cara estaba ruborizada.

Sonidos húmedos atravesaron la habitación mientras la intensidad de sus besuqueos subía a cada segundo. Su lengua acosaba la mía, enredándose entre sí con afán.

―Haaaa.... Haaaa... me encanta esto. ¿A ti no...?

Ella tenía una expresión embriagada por el placer.

Algo que me pareció extraño ya que prácticamente aún no habíamos hecho nada.

Quizás si le seguía el juego podría salir de esta situación...

Ella empezó a reírse maliciosamente, como una niña que hizo una travesura.

―No exactamente... ya sabes.

Sentí como mi cara hizo una mueca de asco...

―Si te niegas, entonces arruinaré toda tu vida. Ya sabes... jejeje. Súper sexy, ¿No crees...?

Rent a GirlFriend Con un Pequeño DesvioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora